La catalana María Branyas, con 117 años, “se apagó durmiendo”, como deseaba



María Branyas Morera, la persona más longeva del mundo, falleció en Olot, Girona, a los 117 abriles. Nacida el 4 de marzo de 1907 en San Francisco, en Estados Unidos, María vivió una vida extraordinaria, marcada por su resiliencia, seso y alegría de habitar.

Su padre, un periodista expatriado, fundó la revista “Mercurio” en Nueva Orleans, destinada al sabido hispanoamericano. En 1915, durante la Primera Cruzada Mundial, la comunidad decidió regresar a Cataluña. Durante el delirio, su padre falleció de tuberculosis y María sufrió una caída que le hizo perder la gala en un oreja.

María y su religiosa se instalaron en Barcelona, donde vivieron varios abriles. Además pasaron tiempo en Bañolas, donde María se formó en leída, escritura, música y pintura. En 1930, se casó con el médico Joan Moret y tuvieron tres hijos. La comunidad vivió en la Rambla de Girona hasta la Cruzada Civil Española, cuando se vieron obligados a mudarse conveniente a la posición profesional de su marido.

María Branyas se trasladó a España a una perduración temprana y pasó la maduro parte de su vida en Cataluña. Fue refrendador de eventos históricos significativos, desde la Primera Cruzada Mundial hasta la pandemia de covid-19, la cual superó a los 113 abriles. Su duración y su espíritu indomable la convirtieron en un símbolo de esperanza y fortaleza para muchos.

María atribuyó su duración a una combinación de buena genética, suerte y un estilo de vida saludable. Mantenía una comestibles balanceada, evitaba excesos y valoraba las relaciones sociales y la estabilidad emocional. En sus propias palabras, “una vida ordenada, socialmente agradable y sin excesos” era secreto para su duración.

María solía compartir sus pensamientos a través del perfil de Twitter “Súper Ávia Catalana”, administrado por su comunidad. En sus últimos días, expresó su deseo de partir en paz y sin dolor, un deseo que se cumplió cuando falleció mientras dormía. Su comunidad la recuerda como una persona alegre, con una gran voluntad para disfrutar de la vida y una capacidad única para encontrar ventura en las pequeñas cosas.En enero de 2023, tras el fallecimiento de la francesa Lucile Randon, María fue reconocida como la persona más longeva del mundo. Este examen no solo destacó su perduración, sino incluso su capacidad para permanecer una vida activa y significativa hasta sus últimos días. María vivía en la residencia Santa María del Tura en Olot, donde era conocida por su carácter afable y su disposición a compartir historias y consejos con quienes la rodeaban.

ejemplo de vida

Su vida fue objeto de estudio por parte de científicos interesados en entender los secretos de su duración. El avezado en la lucha contra el cáncer, Manel Esteller, investigó sus células para descubrir posibles pistas sobre su singular duración. “No tenemos nunca al valor las células de una persona de 117 abriles. Son excepcionales. Estudiamos el genoma, los microbios, las proteínas y su transformación para encontrar alguna pista que explique una supervivencia tan elevada; qué mutación genética tiene”, explicó Esteller.

María incluso fue protagonista de un documental dirigido por Sam Green, que exploró su vida y su impacto en quienes la conocieron. A lo dilatado de su vida, María mantuvo una conducta positiva y una gran capacidad para adaptarse a los cambios. Su comunidad la recuerda como una persona alegre, con una gran voluntad para disfrutar de la vida y una capacidad única para encontrar ventura en las pequeñas cosas.

La informe de su fallecimiento fue compartida por su comunidad a través de la red social X, donde expresaron su reconocimiento por favor tenido la oportunidad de compartir tantos abriles con ella. “Ha muerto como ella quería: mientras dormía, tranquila y sin dolor”, escribieron. La comunidad ha decidido realizar una ceremonia en la más estricta intimidad, respetando los deseos de María.

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