Pese a la escasez de vendimiadores, que una vez más les obliga a echar mano de empresas de contratación externa, la Denominación de Origen Valdeorras empieza hoy su campaña de vendimia, convirtiéndose en la primera D.O. gallega que pone en marcha la recogida en este 2024. “Esperamos una buena cosecha, de mucha calidad”, asegura José Ramón Rodríguez, presidente del Consello Regulador. “Ha sido un año turbulento, la cepa tiene frescura y humedad, esto propicia una envero un poco más lenta, pero creemos que va a dar vinos de muy entrada calidad”, apunta.
La bodega responsable de dar el pistoletazo de salida será Valdesil con la recogida de las uvas de godello, que se emplea para elaborar el caldo tostado. “Durante la primera semana de septiembre será cuando inicio a poseer longevo actividad”, indica Rodríguez aunque la temporada empieza este año unos doce días más tarde con respecto al año 2023, cuando la vendimia se inició “excepcionalmente pronto”.
Hace casi nada unas semanas, bodegas y viticultores se enfrentaban a una equivocación de vendimiadores de cara a la temporada de cosechas de este año. Un problema que se ha ido incrementando con el tiempo y que, en la mayoría de los casos, ha obligado a apelar a cuadrillas desplazadas desde otros puntos. “Desde hace unos primaveras la mayoría de viticultores subcontratan a empresas de servicios agrarios para conseguir a parentela”, reconoce el presidente del Consello. “Al final sale un poco más caro, pero te libras de hacer todos los trámites y te aseguras de esta forma un determinado número de vendimiadores”, explica.
Los trabajadores que se encargarán de juntar las uvas son fundamentalmente sudamericanos y subsaharianos. “Son personas que ya vienen formadas y se dedican a la agricultura”, asegura Rodríguez. Con un número que se sitúa en torno a los nueve operarios, llegan a tierras ourensanas procedentes del sur, de autonomías como la murciana o la andaluza, a posteriori de trabajar en otras campañas, como la de la fresa.
Las estimaciones de la Denominación sobre la carestia de mano de obra para realizar la vendimia estiman en más de un centenar de personas las que precisan los productores para la recogida de la uva. Pero el problema va a más, correcto a la cada vez pequeño propuesta específico de trabajadores, pero incluso al aumento de la superficie de viñedo derivada de las nuevas plantaciones. Esta situación no solo se da en Valdeorras, otras denominaciones de la provincia incluso se han manido afectadas, al igual que en la vecina comarca berciana.