«No pensaba que mi récord de la milla fuera a durar tanto»


Eso José Luis González (Villaluenga de la Sagra, 1957) ha sido uno de los mejores deportistas españoles de la historia, avalado por su récord de millas (3:47.79) permanece inamovible desde aquella lejana noche del 27 de julio de 1985 en Niza (Francia). Desde entonces hasta el pasado sábado, cuando Mario García Romo, de 24 espléndidos años, logró rebajarlo en una décima en la final de la Diamond League en Eugene (Estados Unidos), pasaron más de 38 años, casi 2.000 semanas, 13.930 días para ser exactos. y, sobre todo, muchas generaciones de corredores. Ningún récord nacional era tan antiguo.

«Realmente son 44 años con el récord, no 38. La primera vez que lo rompí fue en 1979 y siempre lo había tenido. Hay que tener en cuenta que en 1981 marqué la cuarta mejor marca de la historia de la milla y luego en 1985, otra vez la cuarta mejor marca de la historia, pero no pensé que duraría tanto”, reconoce González en conversación telefónica. en conversación con torrevieja news today, aunque admite que “sabía que los chavales de hoy, por las marcas que han dejado en los 1.500 metros, podían ganarle”. Además, “todas las pruebas van con liebres y a tope desde el primer momento”. momento. Tienen más oportunidades, aunque en mi época corrían más la milla”, explica.

González está feliz de que haya sido García Romo quien lo haya superado. Nacido en Villar de Gallimazo, un pueblo salmantino de apenas 200 habitantes, y formado en la Universidad Americana de Mississippi (Ole Miss), donde estudió Química, sigue viviendo en tierras yanquis (en Boulder, Colorado), dedicado cuerpo y alma al atletismo, inmerso en una cultura en la que la milla de 1.609,34 metros es una religión y Roger Bannister, el primero en bajar de los cuatro minutos, o John Walker, el primero en superar la barrera de los 3:50, dioses a los que adorar.

García Romo le gusta porque es “muy pragmático y maneja con inteligencia”. «Correr es más que seguir a la liebre. Son saber posicionarse, saber utilizar los codos, no hacer demasiados cambios de ritmo para ahorrar energía… Una infinidad de aspectos que ya no existen en los rallyes”, lamenta. Antes de quitarle el récord a González , el salmantino batió el récord de la milla cubierta (3:51.79) y de los 2.000 metros (4:49.85).

En este sentido, el toledano recuerda que Logró 23 récords nacionales y un récord mundial (los 1.500 metros en pista cubierta, con 3:36.03). «Ningún deportista español ha hecho eso; “Está feo decirlo, pero es así”, afirma. “Tampoco nadie ha conseguido ganar pruebas de 800 a 10.000 metros”, añade. Cuando el toledano desembarcó en la élite, el récord nacional de los 1.500 metros era 3:40 y lo redujo a 3:30.92 y el récord de la milla pasó de 3:59 al mencionado 3:47.79.

Remató todos esos grandes momentos con una medalla de plata en los 1.500 metros en el Mundial de Roma de 1987, la primera medalla de máximo nivel para un español en la pista. González recuerda que, en los años 80, los Mundiales eran cada cuatro años, no cada dos como hoy. Y «éramos trabajadores que hacíamos atletismo. Fui tornero hasta los 20 y dibujante hasta los 26. Estos chavales, con 18, ya están haciendo sesiones de mañana y tarde.

Mario García Romo ganó la medalla de bronce en los 1.500 metros en el Campeonato de Europa de Múnich 2022

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Una era dorada

González se centra en cuatro aspectos fundamentales que, con el tiempo, han ido cambiando para mejor. Son la comida, el entrenamiento, el calzado y el material sintético de las canchas. «Calculo que con los zapatos y la dieta ahora serían un par de segundos menos, pero es hablar por hablar. Nunca sabes. Lo que sí creo es que mi época fue dorada”, afirma. Y habla de los ingleses Sebastian Coe, Steve Ovett o Steve Cram o el marroquí Said Aouita, extraordinarios deportistas a los que se enfrentó y en ocasiones ganó.

Sin embargo, considera que Hicham El Guerrouj, también marroquí, ha sido “el mejor de todos” entre los fondistas. Desde hace un cuarto de siglo ostenta los récords mundiales de 1.500 metros (3:26.00) y de la milla (3:43.13). No cabe duda de que el noruego Jakob Ingebrigtsen, “una mala bestia” de sólo 23 años, parte en la pole para arrebatárselas. Tanto es así que en la milla Eugene en la que García Romo batió el récord de González, Ingebrigtsen se quedó a seis décimas de El Guerrouj. «El sábado corrió la milla en 3:43 y al día siguiente, sin descanso, hizo 7:23 en los 3.000 metros. Eso me pellizca porque no he visto a nadie más. “Ingebrigtsen es comparable a leyendas como Paavo Nurmi o Emil Zatopek, que ganaron en distintas distancias”, reflexiona.

Por último, y pese a reconocer que actualmente sigue otros deportes además del atletismo, como “esquí, golf, tenis y rugby”, González se muestra realmente enfadado con los medios de comunicación por no haber dedicado ni un minuto triste de sus informativos a hablar de García. La hazaña de Romo en la milla. Y lo peor es que tiene razón.

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