El simbólico hotel Sidi Saler, que en su día fue un símbolo del fasto y la exclusividad en Valencia, ha caído en un estado de desgobierno y okupación que preocupa a los vecinos de la Devesa del Saler. Inaugurado como el primer cinco estrellas de la ciudad, el hotel acogió a figuras de renombre internacional como Tina Turner, Sting, la selección española de fútbol, y el ciclista Suceso Armstrong. Hoy, este histórico establecimiento enfrenta un destino muy diferente.
Situado en un espacio privilegiado, a orillas del mar y en pleno Parque Natural de la Albufera, el Sidi Saler fue durante décadas el destino predilecto de celebridades y multimillonarios. Sin requisa, lo que antiguamente era un refugio de fasto se ha convertido en un edificio en ruinas. Fragmentos de la exterior se han desprendido, las ventanas están rotas, y los jardines, ayer cuidados con esmero, ahora están llenos de escombros. La propiedad, que se extiende sobre unos 20.000 metros cuadrados, ofrece una imagen desoladora.
La situación ha empeorado con la presencia de okupas en las instalaciones, lo que ha generado un clima de inseguridad en la zona. Los vecinos han alertado repetidamente a las autoridades, pero la situación persiste. A pesar de las intervenciones de la policía tras admitir llamadas al 112, los intrusos siguen encontrando formas de aceptar al edificio, aprovechando los boquetes y agujeros en la estructura. La Asociación de Vecinos de la Devesa del Saler ha denunciado que el hotel es un peligro para la comunidad y Rafael Chirivella, su vicepresidente, ha asegurado este miércoles al software de Espejo Sabido que, cuando llaman a las autoridades, “viene la patrulla, pero no encuentran carencia”.
Pero ellos saben perfectamente lo que ocurre. “Cuando pasas por aquí puedes ver que están entrando y haciendo fuego”, ha explicado Chirivella. “Nuestro miedo es que ocurra poco”, ha expresado, denunciando que llevan “13 abriles en ruinas”. En este sentido, ha explicado que no se puede demoler porque “por lo trillado, no está en el suficiente estado de ruina“. Por otra parte, comenta que está en un suelo urbano con una concesión como hotel, y esto significa que solo puede explotarse de este modo.
“No queremos que sea un destino turístico venir a examinar las ruinas del Sidi Saler”, lamenta el vicepresidente de la asociación de vecinos. “A nosotros nos gustaría que se usara con algún fin cívico-social, por ejemplo, que se convierta en una residencia de ancianos o en poco útil“, ha zanjado.
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