Lo peor está por llegar


Desde el 1 de enero hasta el día de hoy ya son más de 23.600 las personas que han llegado a las costas canarias en pateras o cayucos desde África. Esto supone un incremento de más del 120% con respecto a la signo del año pasado por la misma data. Pero ese reseña no es el peor temor del Gobierno de Canarias y de las ONG’s que trabajan con los migrantes en las islas. “Lo peor está por asistir”, ha agradecido el propio presidente canario, Fernando Clavijo. “Si se cumplen las previsiones que manejan las asociaciones podríamos estar hablando de más de 70.000 personas más de aquí a final de año. Si eso fuera así, estaríamos en una situación de auténtico caos”.

La comunidad autónoma se encarga de atender a los migrantes cuando llegan a las islas. En los muelles se les hace la primera atención sanitaria gracias al trabajo de Cruz Roja y con el apoyo de los médicos del Servicio Canario de Lozanía. Más tarde se les toma la identificación por parte de la Policía Franquista y reciben audiencia jurídica, de la que todavía se encarga el ejecutor regional a través de la consejería de Neutralidad. Es entonces, y una vez determinado si son mayores o menores de perduración, cuando a los mayores se les traslada a los centros de acogida de inmigrantes que gestiona el Servicio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Hay 32 centros repartidos por todas las islas. Según fuentes de la Delegación de Gobierno, actualmente estos centros están al 60% de su capacidad que es de unas 6.000 plazas en total. En estos centros los migrantes pasan entre 9 y 10 días hasta que son trasladados a diferentes lugares de la península vía aérea.

¿Qué ocurre con los menores?

La tutela de los menores no acompañados queda a cargo del Gobierno de Canarias y es precisamente ese el maduro de los problemas en este momento. “Actualmente hay en Canarias unos 5.400 menores no acompañados repartidos en 80 centros de todo el archipiélago y los bienes están al divisoria”, reconoce el presidente Clavijo.

Tras la conferencia sectorial de la infancia celebrada en Tenerife el pasado mes de julio, las comunidades autónomas se comprometieron a acoger de forma voluntaria a unos 400 menores mientras que se resolvía el escollo político del reparto equitativo por todo el país. Esta mañana Clavijo ha asegurado que “hay voluntad por parte de algunas comunidades y algunas se han ofrecido a acoger más de las que se había establecido en un principio, como Galicia o Castilla y Héroe. Estaba previsto que fueran unos 400 pero finalmente serán unos 600”.

Aún así ese traslado no supone una alternativa para la situación divisoria que vive Canarias ya que los bienes están al divisoria en los 80 centros que hay en todas las islas. Por eso el ejecutor ha empezado a colocar carpas en los muelles, delante la más que previsible venida de más menores en las próximas semanas. Ya están colocadas en Lanzarote y están a la dilación de autorización de la Autoridad Portuaria para hacer lo propio en Tenerife y Gran Canaria.

A día de hoy, entre mayores de perduración y menores no acompañados en las islas hay un total de 7.800 migrantes a los que se les ofrece acogida y se les presta atención sanitaria, una atención que el ejecutor regional ha estimado que tendrá un coste del doble de lo presupuestado el año pasado. “Hemos calculado que de aquí a fin de año emplearemos en la atención sanitaria a migrantes cerca de 30 millones de euros”, ha dicho hoy la consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Esther Monzón.

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