El portal ‘TMZ’ afirma que la pareja no aguantó más y abandonó la clase VIP para pasar a la clase turista. Además, aseguran queLos pedos del animal no fueron lo único molesto durante ese viaje de 13 horas, también el resoplidos “fuertes” del cachorro, quien estaba acompañado de su dueño.
El hecho no terminó ahí. Los dos pasajeros afectados, Gill y Warren Press, querían llegar más lejos y Singapore Airlines, tras meses de conversaciones, les ha indemnizado con más de 1.300 euros (1.400 dólares) por aquel viaje intercontinental que pasaron acompañados de un perro con gases. Ahora, aseguran que el El dinero se donará a una organización de perros guía. de Nueva Zelanda.
La pareja pide que, para futuros viajes, se les avise si el asiento está al lado de algún animal: “espero ver un bebe. Espero niños pequeños. Pero no espero un perro“, comenta, según el portal ‘TMZ’.