El pacto con Esquerra Republicana que hizo posible la investidura del socialista Salvador Illa y las concesiones relacionadas con la financiación autonómica incluidas en ese acuerdo siguen provocando quebraderos de vanguardia.
El postrero mensaje lo ha pronunciado la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, para contradecir en buena medida algunas de las ideas que ministros y miembros del PSOE venían repitiendo en las últimas semanas. “Ni es un concierto crematístico ni es una reforma al uso del maniquí de financiación”, ha asegurado la ministra de Hacienda. “Lo podemos chillar como queramos pero la única experiencia de nuestro país de concierto es el vasco y el navarro”, dando así por hecho que Cataluña no tendrá un “cupo” propio.
Maniquí “bueno” para el Estado
Sin concretar detalles sobre la fórmula final, Montero sí ha hablado de “financiación singular” para Cataluña pero circunscrita a un maniquí “encajado para el conjunto del país”, con “absoluta seguridad y tranquilidad” y dando por hecho que lo que se apruebe “no supondrá ningún agravio”. “Va a ser bueno para el conjunto del Estado”, ha insistido, negando al mismo tiempo las críticas del PP e incluso las expresadas en el seno su propio partido, que gobierna en varias comunidades. “Nadie de los comentarios que he escuchado se aproximan a la sinceridad de lo que se firmó”, ha respondido la vicepresidenta primera. Y poco más: “invito al resto a que se inspiren en el acuerdo con ERC para explorar otras rutas y satisfacer las demandas de autogobierno”.
La idea de hacer compatible un maniquí propio para Cataluña sin que perjudique al resto no era exactamente la idea que Esquerra manejaba, y con la que llegó a aducir su apoyo a Salvador Illa. En este sentido, las declaraciones de Montero han hecho saltar todas las alarmas. En un comunicado, la formación republicana dice entender estos mensajes “en un contexto de presión por parte del resto de comunidades y partidos, pero sabe perfectamente qué es lo que se firmó: el concierto crematístico, aunque no lo quiera chillar así“. La advertencia viene acompañada de un aviso a navegantes: la portavoz de Esquerra, Raquel Sans, insiste en que si los socialistas “incumplen su palabra con la financiación singular”, retirarán su apoyo a Pedro Sánchez. Es más: el PSOE “es consciente de que necesita a Esquerra si quiere negociar los presupuestos del Estado”.
“Los independentistas pretenden obtener un sistema de financiación a la carta, dejando fuera al resto de comunidades autónomas”
Esta batalla política entre los dos socios de Gobierno no varía ni un milímetro la idea que transmiten desde el PP sobre “el cupo catalán”, acusando a Montero de ser “la ministra de la mentira”. La vicesecretaria del PP andaluz, Beatriz Delegación, ha asegurado que el Gobierno de Sánchez “ya está dejando caer” el sistema de Dependencia para beneficiar a otras comunidades afines: “Para Sánchez, los intereses de sus socios independentistas para son más importantes que los de los andaluces”.
Es la misma linde por la que transita el partido a nivel franquista, reprochando al PSOE no activo modificado el sistema de financiación autonómica “en seis abriles” para hacerlo ahora, comprando “votos para que Sánchez e Illa sigan siendo presidentes“. El vicesecretario de Peculio del PP, Juan Feroz, asimismo ha expresado su rechazo a un hipotético “cupo catalán”, comparable al de otras autonomías. “La diferencia es que el sistema de Navarra y País Vasco está en la Constitución reguladoy previsto mientras que los independentistas pretenden obtener un sistema de financiación a la carta, dejando fuera al resto de comunidades autónomas”.
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