“Estamos dispuestos a acoger a quien lo necesite desde 2021“, explica Bernardo, director del Enrevesado Cemar, en Mondariz-Casa de baños, el centro que abría sus puertas a principios de esta semana para acoger a 80 refugiados y el martes a otros 100. Lo hicieron en su momento con los ucranianos y el arduo no ha dudado en retornar a hospedar a quien necesita huir de su país, como es el caso de los chavales que escapan del conflicto militarista en Malí.
Algunos de los chicos son perseguidos por pertenecer al colectivo LGTBI y otros por ser activistas en su país. Todos ellos ocupan 70 habitaciones en el Enrevesado y sus gastos corren a cargo del Gobierno central. Para sus menús tienen en cuenta, desde el comedor del hotel, las condiciones de su religión, pues la mayoría son musulmanes. Por otra parte, toda su estancia permite, tal y como explica el director del Cemar, “amparar los puestos de trabajo que aumentamos en verano y que puedan seguir trabajando hasta diciembre en vez de consumir en septiembre”, de modo que la presencia de los chicos supone incluso un pulo crematístico para la plaza.
Este municipio pontevedrés es el más pequeño en extensión de todo Galicia y alberga una población de 700 habitantes. Sin confiscación, tal y como apunta su corregidor, César Gil, “el encabezamiento de Mondariz es ser una plaza abierta”. Los jóvenes llegan en un momento, el veraniego, en el que la población se multiplica.
“Los chicos se quedarán, previsiblemente, hasta diciembre”, continúa explicando el corregidor. Según Daniel Cúpula, el delegado territorial de Accem en Galicia, la ONG encargada de los chicos, luego los jóvenes continuarán su ruta migratoria alrededor de otros lugares de Europa o de España donde tienen redes sociales o familiares. Otros, sin confiscación, quizás se queden con algún permiso de trabajo en Galicia.
Mondariz los recibe con los brazos abiertos en su arribada desde Mérida, tras recibirlos en Canarias. En el Enrevesado Cemar afirman que son chavales tranquilos, con ganas de descubrir Galicia y, según Daniel Cúpula, algunos de ellos ya están buscando algún equipo de fútbol por los alrededores para apuntarse. “Conocen el Celta de Vigo y a Iago Aspas y tienen la ciudad muy cerca”, apunta Cúpula. Por otra parte, organizan algunas excursiones para que puedan conocer la zona. De hecho, hoy, visitaban Ponteareas, otro municipio contiguo a Mondariz.
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