Los vecinos de la capital gallega vuelven a denunciar en las redes sociales el comportamiento mucho menos reprobable de algunos peregrinos y turistas que visitan la ciudad. Picnic, hamaca y hasta una carpa improvisada entre dos árboles para secar lo que parecía una carga entera de ropa son algunas de las escenas con las que cualquiera que pasease por la céntrica Alameda podría toparse este fin de semana, y que al menos una veintena de personas estaban disfrutando. visitantes.
“Tenemos un nuevo camping en la ciudad”, bromea la cuenta de Compostela Resiste en su publicación, “se llama Alameda, con una ubicación excelente y un precio inmejorable… Con todas las comodidades: zona de comidas, zona de lavandería y buenas vistas”. Directo a Catedral. Un tono jocoso con el que este perfil colaborativo de Instagram, que publica imágenes enviadas por vecinos de Santiago, denuncia una vez más otro acto incivil realizado por los visitantes menos considerados. En los comentarios los usuarios se preguntan qué pasaría si hicieran un viaje de acampada como este en el Central Park de Nueva York o por qué las autoridades permiten que se produzcan este tipo de situaciones. “Estos son los que dejan riqueza en la ciudad, ¿no?” refleja uno de ellos.
“La ciudad ahora es suya”
Situaciones protagonizadas por unos pocos pero que, desgraciadamente, los justos pagan por los pecadores, porque los santiagueros parecen cada día tener menos paciencia ante estas vergonzosas escenas. «Parece que para frenarlos vamos a tener que tomar medidas» o «Necesitamos organizarnos en un movimiento ciudadano.«son algunos de los comentarios que dejan los usuarios de la red social en la publicación Compostela Resiste, entre los que hay un claro consenso: »la ciudad ya es suya«.
Y ya nadie se sorprende al presenciar escenas de esta naturaleza, actos de incivilidad que se han convertido en tónica habitual en Santiago en un año en el que Ya han llegado más de 363.000 peregrinos. En apenas los últimos meses, Santiago ha protagonizado varias de estas imágenes que podrían calificarse de grotescas y que suponen un ataque directo contra la ciudad, Patrimonio Cultural de la Humanidad desde hace casi 40 años.
Hay muchos Quejas de vecinos que se suman al ruido, la falta de oferta de viviendas por el auge del turismo y la masificación de la zona antigua. Prácticamente recién inaugurada la temporada alta de turismo, a mediados de julio, una alemana ‘celebró’ haber completado los más de tres mil kilómetros hasta la Catedral escribiendo con tiza el número en la plaza del Obradoiro, el destino del camino y el corazón de la zona antigua. Unos días después, la misma plaza acogió a una pareja de visitantes que, sin camiseta e incluso sin zapatos, montaron un picnic con platos e incluso tazas a pocos metros de la propia Catedral.
Más recientemente, la cuenta colaborativa Compostela Resiste volvió a denunciar otro lamentable episodio ocurrido la semana pasada en el que, al son de música callejera, una mujer decidió hacer una demostración de baile caminando sobre la histórica Fuente de los Caballos, en la plaza de Praterías, y que generó opiniones muy diversas en las redes. Los comentarios de los usuarios rozan ambos extremos, desde “solo veo una intervención artística que no daña la fuente” hasta “tenían que decir algo y llamar a la policía, es patrimonio protegido”, en referencia a la fuente instalada en la ciudad. Hace 198 años.
Una larga lista de actos descorteses que en algunos casos quedan en anécdota, como el del peregrino alemán que supuestamente encontró un cartel tirado mientras recorría los últimos kilómetros del Camino y Decidió llevarla al Obradoiroy otros que atacan más directamente al patrimonio de la ciudad, como el hombre que escaló las 24 figuras del siglo XII de la Puerta Santa.
Asimismo, las tiendas de campaña también se han visto implicadas en situaciones similares, como la encontrada en el parque de Belvís, denunciada a través de las redes sociales, o la instalada en el propio Obradoiro por algunos peregrinos. En este último caso, El ayuntamiento alegó que estaba “armado para provocar y hacer espectáculo” y que “no duró ni medio minuto” porque estaba la policía para desmantelarlo.
«Trabajar por el turismo sostenible»
Una retahíla de ejemplos más que suficiente para justificar el desencanto que tienen los santiagueros con determinadas facetas del turismo que el propio gobierno local denuncia. La concejala de Capital Cultural, Turismo, Educación y Memoria Histórica, Miriam Louzao, asegura que es Casos concretos que van en aumento porque el número de visitantes no deja de crecer cada año.Una tendencia que “no es sólo en Compostela” y que “lo vemos en otros destinos turísticos del mundo”.
“Al decir que son cuestiones puntuales no queremos restarles importancia”, explica, por lo que El gobierno municipal de Santiago trabaja en un Plan de Turismo Sostenible y una serie de medidas que cambian el modelo turístico actual, optando por uno más “consciente”, que forma parte de la ‘Guía de buenas prácticas’ lanzada este verano.
Sin embargo, Louzao explica que es un tema complejo, porque si no existe una normativa que prohíba comer en la vía pública, tampoco existe una normativa que prohíba hacer picnic en la Alameda. Por este motivo, el ayuntamiento está trabajando en actualizar la normativa municipal para casos específicos relacionados con este tipo de incidencias, además de realizar un “estudio real de la situación dentro del Plan de Turismo Sostenible” que permita conocer las zonas con mayor carga turística y cómo diversificarlas para atacar el problema de raíz. Además, el propio ayuntamiento reconoce que “hay que trabajar por otro tipo de turismo por el bien del propio sector, porque que los ciudadanos se vuelvan reticentes al turismo no es bueno para nadie”, algo que piden a la colaboración de todas las administraciones.