Prevé ejecutar una respuesta en tres niveles: desde la plataforma política, desde los tribunales y desde la calle
Perfil bajo y medida de contención hasta octubre. Vox guarda al menos una semana más sus mejores armas contra la amnistía y dejará pasar la -previsiblemente fallida- investidura de Alberto Núñez Feijóo antes de volcarse en su estrategia para capitalizar la oposición a la hoja de ruta del Gobierno y consolidarse como partido único que defiende la igualdad entre españoles y el cumplimiento de la ley. Un plan que la formación prevé ejecutar en tres niveles: desde la tribuna política, desde los tribunales y desde la calle.
En la sede de Vox son conscientes de la urgencia y gravedad del momento, pero consideran que subir velocidad ahora mismo puede no ser muy fructífero, ya que el protagonista político y mediático de la semana es inevitablemente el Partido Popular tras la concentración masiva. de este fin de semana y la compleja sesión de investidura que afronta Feijóo.
Los cálculos realizados en Vox vaticinan que la próxima semana, ya en octubre, el PSOE cambiará de ritmo respecto a la amnistía y buscará una investidura exprés de Pedro Sánchez. Será entonces, con el clamor social al alza y el PP decaído tras no haber logrado la confianza de la Cámara, cuando Vox active su ofensiva contra lo que ya definen como un ataque histórico que conducirá a la destrucción del gobierno. de ley.
Manifestación en Barcelona
Así, el objetivo de Vox es concentrar sus fuerzas y empezar a liderar el discurso político contra la medida del indulto -en un tono, además, mucho más duro que el expresado por Feijó y el PP el pasado domingo-, al mismo tiempo que el partido gira hacia Barcelona en la manifestación convocada por Sociedad Civil Catalana el 8-O, que es el domingo de esa primera semana del mes.
Este lunes, el secretario general de Vox, Ignacio Garriga Avanzó que su partido estará del lado de los españoles para defender la unidad del país, la prosperidad y la igualdad, pero consideró, a diferencia del acto del PP, que una convocatoria de una plataforma cívica como la del 😯 tener muchos más asistentes.
Hoy será el propio Santiago Abascal quien defienda la posición de Vox en la investidura. Pese a que el partido votará a favor de Feijó, será contundente tanto con la izquierda y el separatismo como con los populares y el doble rasero con el que, dicen, hacen política.
En este sentido, Vox aplaude y pide a Feijó que refuerce la colaboración y lo haga a imagen y semejanza de sus pactos autonómicos y locales, pero le disgustan los contactos informales que mantiene la dirección del partido con formaciones como Junts y al mismo tiempo tiempo reclamando contra la amnistía. Asimismo, a Bamb no le gusta la figura de Borja Smper, en quien Vox ha centrado gran parte de sus críticas. Precisamente ayer, Garriga instó al partido popular a desautorizar a su portavoz nacional por llamar radicales al partido de Abascal.
Pese a todo, el sí de Vox a Feijó está garantizado en esta sesión de investidura a la que el PP, pese a no conocer los números, llega lanzado tras el éxito de la histórica concentración convocada el domingo en el centro de Madrid. Un acto que, como informó este periódico, fue más allá de las siglas populares y reunió también a votantes de Vox y antiguos simpatizantes socialistas. En Vox niegan que el éxito del acto les haya perjudicado electoralmente y confían en que la protesta en Barcelona multiplique los asistentes, al mismo tiempo que sirva para poner en el centro a los españoles y no las siglas.