Acaba de comenzar la vendimia en Valdeorras y pronto lo hará en el Ribeiro para recolectar las uvas con las que se elaboran los vinos tostados y los espumosos. Siempre son las primeras que se recogen en Galicia. Pero incluso un mes antaño ya comenzó la monasterio de las uvas de mesa. En ese caso ya no se apasionamiento vendimia, término asociado a las uvas con las que se elabora el caldo, sino simplemente cosecha, como el resto de los frutos que tienen como finalidad su consumo sin transformación. Las variedades tradicionales (rosada, italiana, moscatel, tinta cardinal, crimson…) se han pasado complementadas en los últimos primaveras con variedades sin pepitas e incluso con sabores, como por ejemplo la “cotton candy” que deja un insignificante paladar a algodón de azúcar. Hay uvas de mesa todo el año (en invierno vienen del hemisferio Sur), pero ahora son españolas.