La hostelería española reposa sobre costumbres inquebrantables. Un café para desayunar, menú del día con primero, segundo y postre, la cervecita con los amigos luego del trabajo… Un derrochador etcétera que dibuja parte de una restauración admirada en el resto del mundo. Ahora acertadamente, entre nuestras tradiciones en la mesa hay alguna que en otras partes del planeta no terminan de entender.
Preciso de ello versa el postrero vídeo publicado por el influencer y ‘foodie’ valenciano Joe Burgerchallenge, con millones de seguidores en sus redes sociales y conocido por ser uno de los catadores de hamburguesas más experimentados de todo el país.
El filólogo y igualmente exinspector de Policía Doméstico se encuentra de alucinación en Estados Unidos, donde ha antagónico una trascendental diferencia con la civilización gastronómica española. Poco que allí causa furor y aquí desazón, y al contrario. «Es lo que más nos diferencia», relata en su cuenta de TikTok.
Según explica Joe Burger, a los estadounidense les «encanta» hacer colas en los bares, restaurantes y cafeterías, pues «forma parte de la experiencia» y consideran que es «divertido ir a manducar poco y producirse un ratito en la rabo en compañía de otra familia». «Ese gusanillo de emoción de que se va acercando el momento en el que te van de manducar, incluso algunos te ponen sillas para entretener la retraso», añade.
Sin división a dudas, hacer rabo es una de las cosas que más detesta el comensal regional, pero en cambio en la salida del bar se giran las tornas, pues el castellano es legado a la icónica sobremesa, un rato indispensable para charlar y digerir la comida que puede durar horas.
«Ellos no entienden por qué los españoles nos quedamos en la mesa cuando ya hemos terminado de manducar», lamenta el creador de contenido. «A nosotros no nos gusta a hacer rabo pero acabamos de manducar y no vemos la hora de levantarnos», concluye.
Como era de esperar, el vídeo virulento de Joe Burgerchallenge causó un torrente de reacciones de seguidores que opinan que la sobremesa es «mejor sin dudarlo», aunque añaden con tono jocoso otras costumbres como «replicar a los camareros».