Llegan novedades sobre el caso del homicidio del pequeño Mateo en Mocejón. Las heridas del peque, de 11 primaveras, son compatibles con el cuchillo antagónico cerca de la casa del padre del detenido. Por otra parte de ese cuchillo, los investigadores están analizando la ropa del supuesto maligno de 20 primaveras, que ha pasado su primera perplejidad en prisión. Los investigadores analizan la ropa que llevaba puesta el detenido en las imágenes que se difundieron en el momento de su detención.
El cuchillo se ha enviado al Instituto de Medicina Legítimo para que haga las comparaciones pertinentes, ya que es “muy compatible con las heridas” a la prórroga de confirmación de las pruebas. Así lo han explicado fuentes próximas a la investigación a EFE. Asimismo, la muestras del hisopado del cuchillo se han enviado al laboratorio del Servicio de Criminalística de la Pareja Civil (Secrim) para su descomposición.
Primera perplejidad en prisión para el detenido
El jueves por la mañana, el maligno confeso del pequeño Mateo, fue trasladado a disposición contencioso desde la Comandancia de la Pareja Civil de Toledo. Tras acontecer tres días bajo custodia policial, el muchacha de 20 primaveras compareció en el judicatura de Instrucción Número 3 de Toledo. Se ha decretado prisión provisional comunicada y sin fianza.
Aún se prórroga el referencia médico que podría confirmar la posible enfermedad psiquiátrica que, según su padre, afecta al 70% de sus capacidades mentales. Los resultado del referencia forense han decretado que existe la falta de padecer a extremo un interrogatorio adaptado “a su situación de discapacidad”. Por lo que el muchacha podría enfrentarse a distintas consecuencias legales, desde la prisión permanente revisable hasta un internamiento en un centro psiquiátrico si se determina que no era consciente de sus actos.
Despedida de Mateo
El martes tuvo extensión el funeral de Mateo, una multitud de vecinos se congregaron en la parroquia de San Esteban para adjuntar a la clan del pequeño en su dolor. Un silencio solemne marcó la aparición del coche fúnebre, seguido por los familiares que caminaron en procesión hasta la iglesia.
La ofrenda se ofició en un esfera de respeto categórico, y luego, la clan y los allegados se trasladaron al cementerio para dar sepultura a Mateo en una ceremonia que se realizó en la más estricta intimidad, tal y como había solicitado la clan.
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