El eclosión del curso universitario está a la dorso de la remate, y con él llega el desafío de encontrar alojamiento, en un mercado donde la demanda está en su punto más parada, los precios de arrendamiento no dejan de subir, y la ofrecimiento es cada vez más escasa. Los pisos compartidos entre estudiantes son la opción más habitual, aunque hace tiempo que dejó de ser la más económica. Existe incluso la alternativa de las residencias de estudiantes, pero es todavía más cara. Su coste duplica, incluso triplica al de una habitación en un calle compartido.
La valentía entre ambas opciones suele servir del nivel financiero del estudiante y su comunidad, quienes normalmente se encargan de los gastos de alojamiento al menos al inicio de la carrera (a menos que el estudiante cuente con una distintivo o un trabajo para complementar sus ingresos). Sin requisa, incluso es importante considerar otros aspectos, como la independencia que ofrece un calle compartido frente a la comodidad del “todo incluido” que brindan las residencias.
Si buscamos en internet cuál es la opción más económica para un estudiante cerca de Ciudad Universitaria en Madrid, la longevo ofrecimiento es de viviendas de un dormitorio, por rodeando de mil euros. En Santiago de Compostela, los alquileres han subido un 50%. El coste de una habitación en una residencia de estudiantes en Madrid oscila, de media, entre 800 y 1.000 euros al mes. Existen opciones más asequibles, a partir de 400 euros, en campus universitarios alejados del centro, como el de Alcalá, aunque esto no es lo habitual.
Por otro flanco, en el caso de las habitaciones en pisos compartidos, la variedad de precios es mucho longevo, aunque según el portal inmobiliario Idealista, el precio medio en Madrid ya alcanza los 525 euros mensuales. Si nos trasladamos a zonas más económicas de España, los precios disminuyen notablemente, aunque siguen siendo más altos que en primaveras anteriores. Por ejemplo, en ciudades como Palencia o Jaén, el precio medio de una habitación en arrendamiento es de unos 200 euros, con opciones por debajo de 150 euros, mientras que el coste de una residencia de estudiantes en estas ciudades ronda los 500 euros al mes.
La dificultad de los jóvenes
Según el más nuevo Observatorio de Emancipación (primer semestre de 2023) del Consejo de la Mocedad de España, solo el 16,3% de los jóvenes españoles de entre 16 y 29 primaveras está emancipado. Este porcentaje es inferior al registrado ayer de la crisis provocada por la pandemia, que era del 17,3%, y está muy por debajo de los niveles previos a la Gran Recesión de 2008, cuando el 26% de los jóvenes ya vivía de forma independiente. Adicionalmente, la tasa de emancipación en España sigue siendo significativamente inferior a la media de la Unión Europea, que se sitúa en el 31,9%. Esto lleva a que los jóvenes tengan que seguir compartiendo calle mucho más allá de su etapa universitaria. Adicionalmente, de que siga suponiendo todo un combate encontrar un alojamiento cada año.
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