El miedo a los robos se instala en Castrelo de Miño: “Esto é estresante”



Cuatro vehículos de empresas de desasosiego pasando por la carretera en menos de diez minutos, ventanas cerradas a cal y canto o tres turismos de la Gendarme Civil circulando por el pueblo. Esta es la situación que vive actualmente Castrelo de Miño, un municipio especialmente afectado por una oleada de robos con violencia en los últimos tres meses. Tanto es así que el corregidor, Avelino Pazos, tuvo que informar un banco municipal pidiendo a los vecinos que extremen las precauciones y que alerten a la Gendarme Civil si observan poco inusual.

“O descuidero estaba a tentar destapar o salón de peiteado, saín a ventá e el escapou”

El miedo entre los vecinos se ha extendido y refleja de ello es la cantidad de casas del municipio que cuentan con desasosiego y cámaras. “Se están tomando muchas medidas de seguridad, suelen acaecer muchos coches de empresas de alarmas, ahora casi todas tienen un dispositivo de seguridad y casi todos son nuevos, yo cuando llegué aquí pocas viviendas lo poseían, pero ahora pasas por las casas y ya ves el cartel que indica que lo tienen instalado”, apunta Daniel Alba, vecino de Castrelo. En este sentido, un trabajador de una empresa de alarmas confiesa que en estos últimos tres meses han trabajado mucho en el municipio. 

Los robos centran la gran mayoría de las conversaciones entre los vecinos del pueblo, ya que el chorreo de entradas a viviendas por los enemigos de lo al margen son continuas. “Estaba tomando un café hace un rato y estaban discutiendo sobre el tema, diciendo que cómo puede favor tanto robo y que cómo la muchedumbre puede ser así”, constata Alba. Esto provoca que el miedo se expanda. “Alegría non hai ningunha, medo claro que hai porque entran nas vivendas aínda que haxa xente interiormente”, apunta un vecino que prefiere no dar su nombre. 

Preguntado por lo que sabe sobre los robos, señala que “entran ás casas, pero en moitas non levan falta, de feito, nunha vivenda que está un pouco máis adiante entraron e levaron dúas cámaras que o dono estaba poñendo e as deixara enriba da mesa”. Acerca de quién puede estar detrás de estos delitos, asegura que “desconfíase de tantos…, pero baste que desconfíes dun para que non sexa”.

Quien sí vio al descuidero fue José Luis Martínez. “Un día ás dúas e cuarto da mañá o descuidero estaba a tentar destapar o salón de peiteado cunha pata de chiva, eu escoitei un ruído e saín a ventá, el viume e escapou”, asegura. Tras ello, Martínez fue al club naútico a ver si lo veía, pero no tuvo éxito y se volvió a su casa. 

Martínez señala que “hai unha preocupación no concello suficiente considerable, está sendo un pouco agobiante, ademais hai moita persoa maior”. Por ello, solicita que “a dependencia que lle toque ten que tomar cartas no asunto porque incluso entran agora ás vivendas tamén durante o día”. Esto explica que al caminar por el pueblo se vean muchas casas completamente cerradas.

Antonio de Jesús, otro vecino de Castrelo, apunta a que, por lo que audición en el pueblo y a las víctimas de los robos, el atracador es cierto del municipio. Sin incautación, señala que en su caso no ha tomado ninguna precaución al respecto. “Eu xa estou ben equipado, o que entre xa sabe o que pode acaecer, entrar, entra, pero sair non sae, así espabila”, asegura.

Robo a Etelvina

Los vecinos de Castrelo todavía siguen consternados por el robo que sufrió Etelvina. Esta mujer de 94 primaveras estaba en su casa el pasado domingo cuando, aproximadamente de las 13,00 horas, dos individuos entraron por la terraza a su vivienda y la amenazaron a punta de pistola. 

Ella actuó de una forma fuerte y les dijo que estaban a punto de durar dos familiares suyos así que lo mejor es que cogieran el plata que tenía en la cartera y se marchasen. Así lo hicieron, le robaron 200 euros y huyeron. 

En el pueblo las teorías sobre los autores se suceden y algunos apuntan a que los que atracaron a Etelvina no son los mismos que los que cometen el resto de robos. Se basan en que mientras unos actuaron en pareja, los robos con pata de chiva todo hace indicar que los comete un descuidero solo, no tiene cómplices, tal y como pudo ver Martínez. Sin incautación, esto solo son rumores y por el momento la Gendarme Civil sigue en pesquisa de los autores.

El rural se protege con dispositivos de seguridad para combatir los ladrones

Las zonas rurales de España están optando por la instalación de cámaras de videovigilancia con el fin de disuadir a los ladrones que intentan robar en viviendas y establecimientos. En Aragón, un total de 88 municipios pidieron la instalación de videocámaras de seguridad. Situación similar sucede en La Rioja, donde las localidades de la comunidad duplicaron en los últimos dos primaveras el número de cámaras de seguridad. En Gijón, han apostado por la colocación de 49 cámaras para pelear contra la delincuencia, gastándose en ellas más de 200.000 euros. Por su parte, Montemayor, municipio cordobés, consiguió contener los robos con la instalación de 12 cámaras móviles y la contratación de un protector rural.

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