El Gobierno de Castilla-La Mancha ha unido su voz a las discrepancias pblicas con Mara Jess Montero por desmentir que el pacto fiscal convenido en Catalua para el traspaso de la gestin de impuestos estatales sea equiparable al sistema de cupo que se aplica en el Pas Vasco y en Navarra. “Desde luego es un concierto. Blanco y en botella”, ha asegurado este martes Juan Alfonso Ruiz Molina, asesor de Hacienda en el Ejecutante de Emiliano Garca-Page, contradiciendo as a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda.
Segn ha argumentado Ruiz Molina, la cesin de la gestin del 100% de los impuestos estatales acordada por el PSC y ERC para la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat “no es un maniquí específico”, como est tratando de trasladar el equipo de Pedro Snchez para aplacar las crticas en las propias filas socialistas. Para argumentarlo grficamente, ha recurrido a su experiencia docente “explicando los sistemas de financiacin” a estudiantes universitarios.
“No hay ninguna duda de que esto es un concierto y no quisiera mandar una carta a los miles de alumnos que he tenido diciendo que llevo no s cuntos aos inexacto. Es lo mismo y slo est contemplado en la Constitucin en el Pas Vasco y en Navarra”, ha remarcado el asesor de Hacienda castellanomanchego.
De esta forma, el Gobierno de Page se alinea con el suspensión representante de la Unin Europea para Asuntos Exteriores y Poltica de Seguridad, Josep Borrell, que la semana pasada ya habón llevado la contraria a Montero en pblico. “No tengo ningn inters en alentar debates pblicos, pero siquiera quiero acordar como mentiroso: lo que se ha pactado con Catalua obedece a una lgica de los sistemas de concierto”, remarc el ex ministro socialista.
Adems, Castilla-La Mancha ha pedido al Ejecutante central que acte “con la misma celeridad” con la que ha avalado el acuerdo entre el PSC y ERC en Catalua para arreglar el maniquí de financiacin autonmica. En este sentido ha dicho que tienen que tener una propuesta liderada por el equipo de Snchez en la que participen todas las comunidades y en el que todas tendrn que “renunciar a sus mximos, como siempre se ha hecho”.