El comba de exportaciones de pizarra cayó un 9,2% entre enero y junio respecto a 2023. Si las productoras vendieron en el exógeno 216.929 toneladas este año, en el prueba aludido fueron 238.878 las que viajaron al exógeno. La inflación, y el aumento de un 1,8% en el precio medio de la tonelada, que se situó en 878 euros, atenuó la caída de la facturación, que quedó en 190,45 millones de euros (-7,5%) a diferencia de los 205,96 del 2023. Cerca de rememorar que este sector genera unos 2.400 empleos directos en la comarca de Valdeorras.
El descenso de las exportaciones se reflejó en Francia, el maduro consumidor de la pizarra doméstico. Cerca de el país vecino fueron transportadas 108.555 toneladas, lo que supone una caída del 6% respecto al año aludido. El descenso fue mucho maduro en el Reino Unido, que adquirió un 15% menos de la piedra española, pasando de 66.490 a 56.177 toneladas adquiridas, mientras que en Bélgica descendió de las 10.000 toneladas importadas quedándose en 7.352 este año. En Alemania se dio el caso contrario, pues sus importadores se llevaron un 4,8% más de pizarra que en 2023. Países como Jamaica aumentaron en más de un 400% sus exportaciones, mientras que en Estados Unidos se aumentó un 8% el nivel de las exportaciones.
Desde el Clúster de la Pizarra de Valdeorras señalan varios factores que explican este retroceso en la industria. En primer circunscripción, el mal tiempo durante el invierno, unido a la yerro de colocadores y igualmente a la crisis que atraviesa el sector de la construcción a nivel europeo. Este material, que ha sido durante abriles una opción preferida en la construcción de techos y revestimientos en varios países europeos, ha pasado disminuir su demanda a medida que los proyectos se ralentizan o se posponen en los diferentes países.