Tibio comienzo de la vendimia en O Ribeiro


En estos dos primeros días de la semana arrancó tímidamente la vendimia en la Denominación de Orixe Ribeiro, luego de que el pleno del Consello Regulador fijara por primera vez plazo oficial del inicio para el pasado lunes. Solo unas pocas bodegas recolectaron una pequeña cantidad y en viñedos muy puntuales con vistas a la próxima semana en que se intensificarán los trabajos de forma generalizada.

El Consello Regulador, tras las inspecciones realizadas en algunos viñedos entre los meses de julio y agosto, concluye que la producción de la presente campaña se prevé que sea más uniforme, en el sentido de que no habrá grandes diferencias entre los viticultores, porque aquellos que el año pasado obtuvieron un stop rendimiento, en este 2024 será pequeño y al revés, los que tuvieron una cosecha escasa, se estima que será maduro, fundamentalmente porque el intención del mildiu no fue tan impactante, según apunta el director, Luis Manuel Vázquez.

Elaboración del primer mosto ayer en la Adega do Demo, en Toén.
Elaboración del primer zumo ayer en la Adega do Demo, en Toén.

La calidad es “excelente”, añade, y señala que a partir del 9 de septiembre abrirán la mayoría de las bodegas. En la mencionado campaña se recogieron 11,5 millones de kilos, aunque ahora todavía es muy pronto para destacarse una cantidad.

Bodegas

El “colleiteiroCarlos Lorenzo, de la Adega do Demo, en Alongos (Toén), vendimió en estos primeros días 2.000 kilos de los 40.000 que calcula en esta campaña. “Estamos facendo o pé de cuba, un zumo que se prepara unha semana antaño da entrada na adega do resto da produción para que a fermentación despois sexa máis rápida, traballando así con levaduras propias de variedades autóctonas”.

Lorenzo siquiera se aventura a asegurar si la cosecha será maduro o más escasa en relación a la de 2023, pero piensa que estará en torno a la media de 9 o 10 millones, porque el Consello Regulador “mantén as mesmas producións do ano pasado de 13.000 kilos por hectárea para as castes e de 20.000 para as variedades autorizadas”.

Viñedo Meín, en San Clodio (Leiro) además se adelantó con el torrontés y el albariño, luego de las analíticas realizadas. “Continuaremos recolectando otro poco esta semana para aparecer con fuerza en la próxima”, matizan.

Pérdidas por el cerdo salvaje y las aves

Los controles de reflexión realizados en agosto y que continuarán a principios de septiembre por la Bodega Viñedo Meín indicaron que las variedades que antaño maduraron son el torrontés y el albariño, y por ello esta bodega ha iniciado la cosecha pero de forma muy puntual con vistas a intensificar las labores en la próxima semana.

Respecto a las estimaciones de la cosecha, señalan que inicialmente “teníamos cierto temor a que la uva fuese más pequeña por la escasez de lluvias pero hemos comprobado que tiene un tamaño aceptable”.

Esta bodega, situada en la categoría de los productores de menos de 100.000 litros de morapio, recogió el pasado año 68.800 kilos. Por otra parte, Carlos Lorenzo, de la Adega do Demo, declaraba que “houbo algún problema durante a floración sobre todo polo exceso de auga e a treixadura foi a máis afectada”.

Además se refería a otro problema que crece cada año y que tiene que ver con los daños que causan el cerdo salvaje y los pájaros, provocando importantes pérdidas, según indica, pese a la utilización de pastores eléctricos en torno a las viñas y cintas para espantar a las aves, “pero aínda así, hai algunhas viñas nas que destrozan a metade da colleita. Cada ano que pasa este problema vai a máis en todas partes”.

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