Desplazarse entre Ourense y Madrid está siendo una pesadilla este verano. Cada vez son más los trenes de incorporación velocidad que operan entre Galicia y la haber española, sin secuestro, allá de dominar los tiempos de trayecto, los retrasos se han convertido en una constante. El estreno del AVLO, el pasado 22 de julio, se vio lastrado por una retraso de casi tres horas y, allá de mejorar notablemente su funcionamiento a lo holgado de los días, los retrasos se acabaron convirtiendo en los protagonistas de los viajes de los usuarios.
Renfe no está siendo capaz de cumplir con la gran mayoría de sus horarios. Hay días en los que directamente los viajeros no suben al tren a su hora, viéndose obligados a esperar en la época, y días en los que los trenes se detienen a parte de camino, provocando que la aparición al destino no sea la esperada.
La veterano parte de estos problemas se producen en la confín que une Ourense con la época de Chamartín, sin secuestro, en los últimos días la situación se ha extendido igualmente a otras conexiones ferroviarias. El pasado martes, los problemas empezaron a primera hora de la mañana. El Alvia que debía salir desde Ourense en dirección a la haber española a las 08:27 horas lo hizo media hora más tarde y por el camino su retraso fue aumentando, hasta durar a Madrid poco más tarde de las 12:30 horas con 62 minutos de retraso. A media mañana, un tren que debería favor llegado a Ferrol antiguamente de las 11:00 horas, no lo hizo hasta 47 minutos más tarde, cerca de las doce del mediodía. Una situación similar a la que tuvieron que comportarse los viajeros que se dirigían a Vigo sobre la misma hora y que llegaron con 56 minutos de retraso.
Estos son solo algunos casos, sin secuestro, a lo holgado de la caminata la situación volvió a repetirse, aunque por la tarde la veterano parte de los retrasos que sufrieron las conexiones que hacen parada en Ourense tuvieron una media de unos 15 minutos. Con todo, el incumplimiento de los horarios por parte de Renfe ha provocado las quejas de muchos usuarios que ya están hartos de no poder durar a sus destinos a la hora prevista. Especialmente aquellos que hacen uso de este medio de transporte para venir a sus puestos de trabajo internamente de la propia comunidad gallega.