Todavía extasiados por el tercer toril de San Sebastián de los Reyes, los corredores tienen que enfrentarse este miércoles 28 de agosto al cuarto, de manos de la rebaño Núñez de Tarifa.
Los tres primeros encierros se han caracterizado por ser vertiginosas carreras (siendo el tercer toril el más corto), de las cuales se han tenido que atender a varios heridos por contusiones y golpes. El más preocupante: el del primer toril, que recibió una cornada en un pie con orificio de entrada y de salida, por otra parte de un traumatismo craneoencefálico.
En la segunda carrera, susto cuando se formó un tapón a la entrada de la plaza de toros, haciendo que muchas personas tropezasen y cayesen, provocando leves traumatismos.
La tercera carrera fue de stop aventura y muy peligrosa correcto a la envés de un toro que se tropezó y, al levantarse, se volvió alrededor de el costado contrario de la dirección a la que tenía que ir el yeguada, generando confusión entre los corredores a los que no les salían las cuentas del total de los toros y no sabían si el que faltaba venía detrás.
Los encierros forman parte del software de la festividad de San Sebastián de los Reyes. Una fiesta que se lleva a extremidad en honor al Santísimo Cristo de los Remedios y que tienen una duración desde el pasado domingo, hasta el próximo 1 de septiembre.
Aunque los encierros suponen una parte fundamental del software de actividades que se llevan a extremidad durante los festejos, ya que son los segundos más importantes de España, no es la única actividad que se lleva a extremidad en el municipio madrileño durante sus fiestas populares.
Este año se prevén cerca de de 2.000 corredores por carrera. Todas las mañanas, durante estos días, desde las 11:00 horas, se celebran estos tradicionales encierros. El reconvención es de 820 metros y se divide en diferentes tramos con diferente dificultad cada uno de ellos.
Balanceo de heridos en los encierros
El primer toril dejó unos seis heridos, el más molesto por cornada de pie y un traumatismo craneoencefálico que fue trasladado al hospital e intervenido quirúrgicamente.
En el toril noctívago, denominado toril del Reflector, cerca de 3.000 corredores participaron, siendo, hasta ahora, el más multitudinario. Dejó nueve asistencias por caídas y pisotones de la manada.
En el posterior toril ocurrido el pasado martes a las 11:00 horas, se tuvo que atender a diez personas por caídas y abrasiones.
Así es el reconvención de los encierros
El toril comienza en los corrales de Suelta. Desde ahí, salen los todos en dirección a la Plaza. Atraviesan un total de nueve tramos: el primero alpargata desde Leopoldo Gimeno hasta Existente Vieja, donde la manada comienza a trotar y donde se coge la velocidad progresivamente. Aquí, el sabido dilación con ansia, aunque en esta parte no suele poseer muchos corredores.
El segundo tramo va desde Existente Vieja hasta la Curva de Postas. En esta parte del reconvención, ya hay un aumento de la velocidad. Es el tramo ideal para corredores que no tengan las condiciones físicas tan óptimas como los que corren en partes más implicadas.
En el tercer y cuarto tramo, se llega a la curva de la calle Existente. El ritmo de la carrera aquí ya es muy vertiginoso, por lo que es más peligroso y puede sobrevenir que un toro se desvíe de la trayectoria.
La recta final son el sexto y séptimo tramo, donde se recorren las calles Existente y Estafeta, los más concurridos. Es una larga recta donde los toros corren a gran velocidad pero se templan, y esto permite a los corredores disfrutar de una carrera más prolongada y llena de adrenalina. Es además, donde más golpes y caídas se registran.
El final se hace en la Plaza, donde los toros cruzan una irresoluto descendente peligrosa hasta que entran en la tierra.
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