La Patrulla Civil ha imputado por un delito de homicidio imprudente y otro por omisión del deber de socorro al patrón del yate que arrolló un impulso el pasado viernes en el puerto de Cala Bona (Son Servera) y causó la homicidio de una de las personas que lo ocupaban, que en ese momento estaban pescando calamares. Agentes del Familia de Homicidios ha tomado comunicación este miércoles al hombre, un ciudadano teutón de 35 abriles hijo del propietario de la potente motora que provocó el desdichado azar, según informa Ultima Hora.
La comunicación del hombre y su posterior imputación se ha producido casi cinco días a posteriori del desdichado azar. La Patrulla Civil había tomado comunicación a varios testigos, pero hasta ahora no había llamado a determinar al patrón, una circunstancia que estaba empezando a causar un enorme malestar en la pueblo de Son Servera, donde fue el atropello. Algunos vecinos del municipio habían comenzado a colgar videos y comentarios en las redes sociales en los que mostraban su estupor e indignación por el hecho de que no hubieran llamado todavía a los implicados en el azar.
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El patrón del yate ha comparecido esta mañana en las dependencias de la Patrulla Civil, en Palma, en compañía de su abogado. La primera traducción que apuntaron miembros de la tripulación es que el azar fue casual y que nadie se percató de que el yate arrolló el impulso de tres metros en el que pescaban las tres personas. Insisten en que por ello por se fueron del motivo sin auxiliar a las víctimas.
Sin secuestro, a pesar de que es la traducción que centró las primeras horas de la investigación, el certificación de otras personas reorientó el caso ya que la Patrulla Civil considera que es en extremo improbable que quienes viajaban en el yate no se percataran del impacto. Incluso se ha tenido en cuenta que varias de las personas que viajaban a costado del yate habían hostigado previamente a bañistas en una zona cercana a donde se produjo el azar a costado de una esquife auxiliar de la embarcación.
La Patrulla Civil no cree que el patrón no se percatara del azar
Los investigadores sostienen ahora que la principal hipótesis es que el patrón se dio a la fuga del puerto de Cala Bona tras arrollar el impulso y terminó su periplo ya de tenebrosidad en el puerto de Porto Cristo, en Manacor, donde sigue amarrado y precintado desde que se geolocalizó la embarcación. Los agentes además sospechan que el patrón o alguno de los miembros de la tripulación pudieron acontecer consumido licor ya que hay constancia de que se celebró una fiesta a costado del yate.
El caso lo investigará a partir de ahora un curia de Manacor, que será el encargado de agenciárselas nuevas pruebas y tomar comunicación a los testigos que hasta ahora han legado su traducción a la Patrulla Civil. El Govern de Marga Prohens ha anunciado que prepara cambios en el decreto que regula el chárter náutico para dar más seguridad en el mar, aunque el Govern balear solo cuenta con dos inspectores para controlar puertos y embarcaciones.