El expresidente de la Generalitat intenta una vez más apartar al magistrado de la causa del procés.
El expresidente de la Generalitat Carlos Puigdemont El martes desafió al instructor del procesoel magistrado Pablo Llarena, a quien acusa de “hacer todo lo que está en su mano para impedir” la aplicación de una hipotética ley de amnistía.
En el escrito presentado ante el Tribunal Supremo, la defensa de Puigdemont sostiene que el 11 de septiembre el magistrado dio una conferencia en el Facultad de Derecho de Burgos en el que “amplió las posibles consecuencias y acciones que se tomarían en caso de que se aprobara una Ley de Amnistía”.
En concreto, según el escrito del abogado Gonzalo BoyeLlarena habría afirmado que puede haber un “cuestionamiento de la constitucionalidad” de una posible y futura ley de amnistía, señalando que habría que estudiar “si el orden constitucional permite o no la amnistía” y “luego habrá que mirar si la ley posible es legítima o si está justificada”, es decir, “si no es inconstitucional, si es procedente”.
El instructor del 1-O habría apuntado que hay que analizar “si existe una finalidad constitucionalmente legítima que justifique desactivar principios constitucionales fundamentales”.
Según Puigdemont, estas declaraciones demuestran que en “el hipotético caso de que una norma de estas características fuera aprobada por el Poder Legislativo, el magistrado instructor hará todo lo que esté en su mano para impedir su aplicación a este caso concreto”.
La defensa sostiene que Llarena está incurso en la causa de recusación prevista en el artículo 219.10 del Ley Orgánica del Poder Judicial como consecuencia de haber tomado posición sobre un acto exclusivamente legislativo que aún no ha sido tramitado
No es la primera vez que Carles Puigdemont intenta desmarcarse de la causa de proceso al juez Llarena a pesar de que en todas las ocasiones anteriores la Sala de lo Penal ha rechazado su propósito.