El Seguro Social ha determinado que La ansiedadd que ha sufrido un vigilante de seguridad de la estación de tren de Abando en Bilbao, debe ser reconocido como accidente laboral. El organismo público considera en una resolución que la baja médica que tuvo que disfrutar durante un año y medio por un “diagnóstico de trastorno adaptativo con ansiedad” deriva de sus condiciones laborales, y que, por tanto, debería ser la mutua laboral compañía de seguros que asume la responsabilidad. cargo de gastos.
El trabajador en cuestión es empleado de seguridad de la principal estación de ferrocarril de la capital vizcaína. En 2021 sufrió un ataque en el local, lo que provocó importantes daños físicos. Según explica CC.OO. Después de la unión, el incidente provocó “movilidad en los dos últimos molares de la región mandibular izquierda, uno de los cuales tuvo que ser reimplantado”.
Además, el episodio también tuvo Consecuencias psicológicas. “Ha desencadenado un cuadro de ansiedad y estrés postraumático”, añadieron fuentes sindicales. Por todo ello estuvo de baja laboral durante un año y medio desde julio de 2021.
Según explican, también desde CC.OO., en el momento de sufrir el ataque el trabajador pertenecía a la empresa Prosetecnisa, aunque posteriormente quedó subrogado en Prosegur. La mutua MC Mutual sí reconoció como accidente de trabajo un primer periodo de baja laboral, pero lo despidió a la hora de cambiar de empresa. El sindicato cree que fue una forma de prestar atención “exclusivamente a las consecuencias físicas de la agresión”, y a su vez, “ignorar” el daño psicológico.
Sin embargo, añaden, al momento de migrar de una empresa a otra, el guardia de seguridad aún no se encontraba recuperado ni en “óptimas condiciones” para regresar a su puesto de trabajo. Consideran que el alta médica fue “prematura e inadecuada” y denuncian que pudo haber tenido la “intención” de “no pagar la prestación económica del trabajador”. Unos pagos que tras la resolución de la Seguridad Social ahora tendrán que asumir.
CC.OO. ha aprovechado la resolución para denunciar una vez más la “malas condiciones de trabajo” de los guardias, a lo que se suma un cierto riesgo de sufrir agresiones o riesgos psicosociales. La conocida este martes, de hecho, no es la única resolución que reconoce la peligrosa labor de los guardias de seguridad. El año pasado, ese mismo sindicato hizo pública otra sentencia judicial que reconocía como accidente de trabajo el síncope sufrido por otro vigilante de seguridad en esa misma estación. “La sentencia afirmaba que la profesión de vigilante de seguridad conlleva momentos de estrés y tensión”, recuerdan.