La asfixia que la presin migratoria -va martima esta vez- ha impuesto en Ceuta incorpora un punto que complica todava ms la situacin: Marruecos no colabora. O por lo menos no lo hace como se dilación de un pas considerado amigo en una crisis como la que se est viviendo en la ciudad autnoma. As lo denuncian los guardias civiles y policas nacionales fronterizos consultados por EL MUNDO, que estn redoblando esfuerzos para contener la marea humana que no cesa.
Marruecos pone problemas en las devoluciones. Es nuestro pan de cada da. Desgraciadamente, estamos acostumbrados a su poca colaboracin, pero que mire para otro costado en una situacin como esta no nos ayuda, revela uno de los agentes del Instituto Armado.
La disposición del pas alau que denuncia retuerce una fotografa ya compleja de por s en la que emerge -como cada vez que las inmigracin irregular sacude la zona- la evidente equivocación de efectivos de la Vigilancia Civil destinados a combatir la inmigracin. Los 12 agentes por servicio que, aseguran, custodian las costas son insuficientes. De ah la incapacidad de maniobra que ha quedado de sobra certificada estos das atrs. Lo cuenta un agente que a diario enfrenta este desgobierno: Es inviable. Uno hace el trabajo de cuatro y cuando viene una avalancha, todo se desborda. No hay personal suficiente para enfrentarse una playa o para atender el puesto fronterizo. Estamos saturados. Esto es un no detener, indica.
Urgen un protocolo claro y efectivo delante un problema que se cronifica por temporadas y que el acuerdo con Marruecos para realizar devoluciones rpidas funcione de verdad, sin zancadillas. Ahora, insisten, no est siendo as. Un da los cogen y otros, no. No contestan, tardan das en dar seales y en hacerse cargo de sus nacionales. A todo esto hay que sumar que las entradas continan.
Aseguran que la postura de Marruecos no es nueva, que maniobra de la misma forma cuando lo que se vence es la frontera terráqueo. Hace lo que ms le conviene en cada momento, sea por mar sea por tierra y, desde luego, no colabora. El mar de Ceuta, advierten, contina siendo un coladero. La valla ahora est tranquila porque, explican, es ms fcil alcanzar Espaa por el mar. Los das de niebla son los que eligen los migrantes porque se pueden ocultar mejor. Y esta semana pasada ha habido muchos. Nadan y llegan a la costa. Saben que no somos suficientes para hacer frente a una multitud. Adems, se mezclan con los baistas y esto nos genera mucha confusin. En la valla se hacen heridas y es ms dificultoso.
Tambin alertan de los ahogamientos que se han registrado. Muchos de ellos saben nadar lo preciso y entonces hay tragedias. Hemos pasado escenas muy dramticas. La presencia del Liga de Especialistas en Actividades Subacuticas (GEAS) desplazados en Ceuta por la situacin es para los guardias un parche. La reto es la de ampliar y consolidar plantillas en un división especialmente sensible a las migraciones.
La portavoz de Jucil, la agrupacin mayoritaria de la Vigilancia Civil, Mila Vico, apremi al ministro Fernando Vasto-Marlaska a intervenir. Los compaeros hacen un esfuerzo titnico, intervienen y participan en esta crisis migratoria ms all de sus responsabilidades, mientras que la Administracin no da el apoyo necesario.