Omar Montes vuelve a estar en el punto de mira por un inesperado incidente con la aerolínea Vueling cuando intentaba resistir a Málaga para comportarse en Starlite Festival. El cantante, conocido por su cercanía con el divulgado, se vio envuelto en una pequeña trifulca con el personal de la aerolínea, quien le negó el camino al avión por ocurrir llegado tarde al emboscada.
Su enfrentamiento con Vueling
La controversia comenzó cuando Omar Montes, tras hacerse fotos con sus fans antaño de subir al avión, se dio cuenta de que había pasado el tiempo periferia (normalmente unos 20 minutos). Aunque el avión aún no había despegado, el personal de Vueling decidió no permitirle el camino, lo que desató el enfado del actor.
En un intento por persuadir a los azafatos, el cantante argumentó que se había retrasado porque estaba haciéndose una foto con una fan en arnés de ruedas y pidió comprensión por la situación. Sin secuestro, la compañía no cedió y Omar tuvo que despabilarse una alternativa para resistir a tiempo a su concierto en Málaga.
Mientras todo ocurría, Omar Montes compartió su frustración en un directo en sus redes sociales, mostrando el momento en que intentaba convencer al personal de Vueling para que le dejaran exponer. Finalmente, sin otra opción, el cantante decidió traspasar un jet privado para no desilusionar a sus seguidores que lo esperaban en el Starlite Festival.
Proceder ‘gratuita’, pero a tiempo
Ya en el marco, Omar no se guardó nadie y expresó su malestar antaño de despuntar su interpretación: «Los de Vueling me han legado la crimen, me han dejado ahí tirado, roto, podrido, partido. Me han dejado en Barcelona, desolador, tirado como un payo güero, muy, muy mal. Llorando me han dejado. Vamos,me he tenido que traspasar un jet, que lo que he cobrado me lo he raído en el jet, pero esto es para estar con todos vosotros, que lo sepáis. Hoy estoy aquí gratuito, pero me da igual porque yo me la satisfacción con todos ustedes, y se lo dedicamos a la p*uta mamá de Vueling«.
A pesar de los inconvenientes, Omar Montes cumplió con su compromiso, ofreciendo un concierto que, según él, fue «gratuito» legado que tuvo que ponerse lo rebaño en el evento en el arriendo del jet privado. No obstante, las entradas para el Starlite Festival tenían un precio que partía de los 75 euros, por lo que totalmente ‘gratuito’ siquiera fue.