Una resolución sumarial estadounidense ha puesto en aviso a las empresas de inteligencia industrial generativa. El enjuiciador William H. Orrick, del Distrito Finalidad de California, ha rechazado este mes de agosto las defensas presentadas por las empresas de IA acusadas de infringir derechos de autor.
De este modo, ha permitido que el caso avance a la grado de descubrimiento, lo que permitirá a los demandantes, entre ellos la ilustradora puertorriqueña Karla Ortiz, aceptar a documentos y testimonios esencia que podrían revelar cómo estas compañías utilizaron obras de ilustradores para entrenar sus algoritmos sin consentimiento. Así lo celebró en su cuenta de X.
1/3 HUGE update on our case!
We won BIG as the judge allowed ALL of our claims on copyright infringement to proceed and we historically move on The Lanham Act (trade dress) claims! We can now proceed onto discovery!
The implications on this order is huge on so many fronts! pic.twitter.com/ZcoeFtPtQb
— Karla Ortiz (@kortizart) August 12, 2024
El foco principal del conflicto radica en la licitud del uso de miles de millones de imágenes de internet por parte de empresas de IA para entrenar sus modelos sin compensar a los creadores originales.
El impacto de la osadía del enjuiciador Orrick podría ser significativo, no solo para la IA generativa, sino incluso para la protección de los derechos de autor en la era digital. Las empresas tecnológicas podrían enfrentarse a la obligación de compensar a los creadores de contenido, lo que podría variar el maniquí de negocio de la IA.
Este altercado podría marcar el inicio de un nuevo situación regulatorio para la integración de la creatividad humana en el ampliación de la inteligencia industrial.