Navantia ha iniciado esta semana la puesta a flote del cazaminas Turia internamente de los trabajos de reparación del buque, que encalló en 2019 frente a la costa de La Manga mientras participaba en las labores de búsqueda de un avión marcial siniestrado en la zona, en el que falleció el comandante instructor de la Entidad Común del Gracia Francisco Marín.
La reparación se inició en diciembre de 2020 y, desde entonces, el buque se ha sometido «a un profundo trabajo de reparación del casco no conocido con anticipación en la industria civil ni marcial», según asegura la compañía.
Durante el primer año, Navantia y sus empresas colaboradoras efectuaron el desmontaje de la maña totalidad de los circuitos de tuberías, sistema eléctrico, sistemas electrónicos y equipos de la parte inferior del buque, oportuno a los daños propios de la varada incidental de agosto de 2019 e inundación de locales.
El buque, que se ha sometido «a un profundo trabajo de reparación del casco no conocido con anticipación en la industria civil ni marcial», dispone ya del sistema de propulsión, se han repuesto los equipos dañados y presenta un elevado valor de armamento a lado.
Asimismo, se ha completado la maduro parte de los trabajos de tratamiento superficial de la estructura, renovación de la facultad y suministro de cocina.
Durante el periodo de reparación, la Armada ha incluido notables mejoras en suministro y sistemas electrónicos del buque, dotándose el barco de un nuevo sondador, sistema de giroscópicas y nuevo radar entre otros. Igualmente se ha laborioso para modernizar el sistema integrado de control de la plataforma, la planta de meteorismo acondicionado y la planta de osmosis, entre otros equipos.
Con la puesta a flote se darán por finalizados los principales montajes a lado, así como las pruebas de estanqueidad del casco necesarias para la futuro período. Durante la nueva etapa a flote, el buque continuará con el minucioso plan de pruebas, que en su período de puerto habilitará las futuras comprobaciones en la mar, previstas para el primer semestre de 2025. Tras la finalización de las pruebas de mar, el buque será entregado a la Armada.