Celtas Cortos, María del Monte o Azúcar Moreno, estrellas de La Melonera 2024 en Arganzuela


Las verbenas no acaban en agosto, aunque todo tenga ya sabor de refriega con lo consuetudinario. La entrada de septiembre es, en la Arganzuela y alrededores, más tradicional y poliédrica, motivo de jolgorio, bailes, decibelios y fiesta a un sol que dicen que declina.

Sobre el cartel son varios los nombres que invitan a ir a la explanada de Madrid Río entre el jueves 5 y el domingo 8. Celtas Cortos, María del Monte, Los Manolos o Azúcar Tostado. Música grabada en las entrañas para la despedida del verano en el universo castizo de las festividades.

Como todas las fiestas, las de la Arganzuela, donde un palillo en el vaso de caldo ilustraba la propiedad en los tiempos de las tascas anexas al matadero, rinden tributo a la Impenetrable del Puerto; así, el tipismo ‘madriles’ se despide hasta la Almudena, y los fiesteros dan su hasta luego con la aparición del otoño.

Por situar al disertador, el día 5 de septiembre, a las 22.00 horas, y en la Explanada Madrid Río, La Momento de Oro del Pop Gachupin pondrá acordes de nostalgia y baile en un horario que no molesta, a pesar de los bises, con un repertorio que los más jóvenes conocen hasta por ciencia infusa. Ese mismo día, y en el Centro Cultural Casa del Temporalizador, a las siete de la tarde, se inaugurará la XXXVIII tiraje de Pintura y la XVI tiraje de Fotografía de los Premios Arganzuela.

Va de suyo que la música es protagonista. Como siempre y como nunca. El día 6 a las 22.00, viernes, y en el mismo ambiente del circuito ferial de la Explanada de Madrid Río, la mítica formación pucelana, Celtas Cortos, dará rienda suelta a su ramillete de canciones que, pasado el tiempo, se han hecho intergeneracionales. Y un detalle: el 20 de abril de 1990, el matadero de la Arganzuela seguía en pleno funcionamiento cárnico.

El sábado 7, en la misma zona, se cambiará el ventilación de gaitas difusas del especie pucelano por las guitarras, las marismas, y la rumba catalana. Día alto en lo musical con la gala, a las nueve, y en la ubicación de las actuaciones, de María del Monte y su difusión elaborada de las sevillanas. Una hora antiguamente, Los Chisperos de Arganzuela abonarán el ocupación de madrileñismo. Dos horas luego, el mismo viernes y en el mismo sitio, Los Manolos vendrán a certificar que el 92 ni se quedó en aquel año de misericordia ni en Barcelona.

Será domingo 8 de septiembre, mediodía, y desde su Ermita, se celebrará la ceremonia previa a la procesión de la Impenetrable del Puerto. Sobre esas horas, Yo soy ratón ofrecerá un concierto íntimo. El ambiente no quedará hueco de artistas hasta que a las 20.00 horas actúe el vencedor del concurso de música del distrito como prólogo a la gala de las hermanas Salazar, las Azúcar Tostado, que a las 21.30 demostrarán que se puede reinar en el verano de forma consecutiva, año tras año, sin concesiones al tiempo ni a las modas imperantes.

El extremo taconeo de las pacenses dará, prácticamente, paso a unos fuegos artificiales que clausurarán el verano en la caudal. La pólvora propagada entre la cúpula natural del Manzanares. Colofón pirotécnico.

De forma paralela a la fe y a la música, el deporte tendrá espacio, el sábado a las nueve de la mañana, con el protagonismo ineludible de la XXXIII Carrera Popular La Melonera: en sus categorías de 10, de 5 kilómetros, y en los recorridos adaptados a los más pequeños. Competición y alegría para el fin del verano.

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