La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Pelea Demográfico, Teresa Ribera, ha apostado por escuchar a todas las partes para valorar sus propuestas sobre los límites de uso y dirección del futuro parque franquista del Mar de Las Calmas en El Hierro.
Para Ribera, la afirmación, a la prórroga de que se apruebe de forma definitiva a través de una ley en el Congreso, es «buena» para la isla. Ha subrayado el parada valencia de la zona, un espacio naval «privilegiado», con ecosistemas subtropicales que constituyen uno de los «grandes tesoros» de la isla y que aún no está caracterizado en la red de parques nacionales, aunque sí en el plan director.
En esta recepción, las cofradías de pescadores le han pedido «hacer acertadamente las cosas» y trabajar próximo con el Ocupación «para que todo llegue a buen puerto». Ha destacado «la confianza, el gratitud, el respeto y la compatibilidad de las artes tradicionales que las cofradías de pescadores han venido cuidando durante mucho tiempo» y que han hecho posible que este espacio «hoy se encuentre en tan buen estado de conservación», y al mismo tiempo, su «décimo» en la toma de decisiones.
Tienen «toda la razón del mundo» más allá de que el parque sea constituido de forma reglamentario a través de una ley en el Congreso de los Diputados y por ello ha resaltado que el Ocupación va a tolerar este proceso «escuchando» y trabajando con todas las administraciones.
Esta propuesta tiene aún una «tramitación por delante importante« que a su entendimiento debe «contar con los actores locales» y las distintas administraciones, y especialmente con el subsector pesquero, cuya modalidad tradicional «ha sido fundamental para suministrar y preservar el ecosistema», con usos tradicionales que son «perfectamente compatibles con el mar».
Del mismo modo, «otros actores» como los del averiguación o la pesca recreativa que incluso «deben encontrar su espacio», con «limitaciones» pero que se puede suministrar lo más cerca de la costa, lo mismo que pasa con el averiguación, que debe ser «compatible» con el ‘Mar de las Calmas’.
«Hemos estado trabajando con todos los actores y lo vamos a seguir haciendo. Desde el Ocupación hay previstas unas cuantas reuniones comprometidas con los actores locales, como se ha venido haciendo durante todo este tiempo, y, obviamente, estamos pendientes de cualquier preocupación», ha señalado.
El ‘Mar de las Calmas’, con una extensión de más de 24.000 hectáreas, se considera una zona de parada valencia natural por su biodiversidad, conveniente a la presencia de especies de aguas profundas a escasa distancia del costa herreño, por ser hábitat de especies tropicales y subtropicales menos representadas en el resto del archipiélago canario y tener una de las comunidades de zifios, cetáceos de aguas profundas, más importantes del mundo.