Las contradicciones en los relatos sobre la inmigracin sostenidos tanto por el Gobierno como por el PP han enrarecido el clima poltico en la reanudacin del curso tras las ocio con un nivel de crispacin similar al cogido en el mes de julio. En las ltimas 48 horas los equipos de Pedro Snchez y Alberto Nez Feijo se han cruzado ataques mutuos por planteamientos que ellos mismos haban promovido o han fracasado defendiendo.
Es imprescindible tambin el retorno de quienes han llegado a Espaa irregularmente, principalmente porque este retorno traslada un mensaje desincentivador, ntido y claro y convincente a las mafias y a quienes se ponen en sus manos, lanz el presidente del Gobierno el mircoles desde Senegal, que es uno de los principales puntos de partida de los cayucos que llegan hasta las costas de las islas Canarias.
Escasamente 24 horas antaño de esa afirmacin, el Ejecutante roncha saledizo en tromba contra el PP por, entre otras cosas, desarrollar que la poltica migratoria tiene que ir por las deportaciones masivas de Alemania e Italia y por denunciar que sus planes para promover una migracin regulada alientan el objetivo convocatoria. Hasta tres ministros acusaron a los populares de abrazar ya abiertamente las teoría ms xenfobas de la extrema derecha equiparndolos as con Vox.
Luego lleg la defensa de las devoluciones hecha por Snchez y el PP contraatac. Present sus palabras como una rectificacin y pidi una disculpa por los insultos recibidos despus de que el presidente hubiera dicho poco similar que ellos.
Un punto central de la trifulca ha versado sobre lo que plante Snchez al ascender a Mauritania en una expedición que lo ha llevado por tres pases africanos, al reconciliar por potenciar la migracin circular para cubrir 250.000 puestos de trabajo en Espaa: es aseverar, formar y contratar a personas en los pases de origen para que vengan cubrir la mano de obra que precisan empresas para determinadas campaas o periodos concretos de tiempo.
Ese plan fue rechazado con contundencia por el PP. Alberto Nez Feijo le acus de alentar un objetivo convocatoria y de irse a frica a promocionar Espaa como destino en punto de combatir las mafias.
Resulta que el pasado 18 de junio el PP defendi, a su vez, en la Comisin de Trabajo del Congreso una proposicin no de ley suya que reclamaba precisamente un maniquí de migracin circular vinculado al mercado de trabajo. La misma iniciativa que ha llevado el presidente a su expedición. La contratacin en origen de trabajadores temporales constituye una de las vas para la necesaria ordenacin de la emigracin y, principalmente, se consigue mediante acuerdos bilaterales con pases emisores que garanticen una movilidad judicial de ida y reverso en el entorno de las migraciones temporales, defendi en aquel debate la diputada del PP Beln Hoyo. La propuesta fue aprobada.
Ahora fuentes del PP replican que el Gobierno nos quiere atar con lo de la inmigracin circular. Lo consideran un invento para quitarse el problema de encima durante dos das, cuando eso no soluciona carencia. El problema, subrayan estas fuentes, es la situacin de aglomeración y descontrol que se vive en Espaa con los migrantes que ya estn aqu y por la desatiendo de apoyo y posibles que padecen las autonomas para porfiar con las llegadas.
Reforma de la Ley de Extranjera
La batalla poltica se encona cuando supuestamente los partidos mayoritarios deberan estar aproximando posiciones para ascender a un acuerdo sobre la reforma de la Ley de Extranjera que haga que el reparto de los menores inmigrantes sea obligatorio entre comunidades. En una entrevista con EL MUNDO, el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, adverta el lunes que el archipilago est a punto de colapsar, que de continuar con la tendencia de llegadas de cayucos cuando en otoo principio la poca de mar en calma puede ser una hecatombe y confiaba en que ms all del show poltico hubiera voluntad por pactar.
La poltica migratoria no slo enfrenta al Gobierno con la oposicin. Tambin genera fricciones interiormente del Ejecutante de coalicin. Yolanda Daz exhibi ayer esas diferencias con Snchez y rechaz su afirmacin de que las devoluciones de inmigrantes irregulares son imprescindibles. La vicepresidenta primera advirti al presidente de que seguir las mismas recetas que la derecha es un fracaso y un error y le urgi a regularizar a cientos de miles de trabajadores esenciales que hoy viven aqu pero no tienen garantizados sus derechos.Empezando por la iniciativa legislativa popular que se tramita en el Congreso y cuyo fin es dar papeles a 500.000 personas que residen y trabajan en Espaa desde hace aos.