En Sevilla, un espacio solidario está transformando la vida de los gatos callejeros mientras ofrece a los visitantes una experiencia única: tomar un café rodeado de los felinos en sondeo de un hogar. Se alcahuetería de la iniciativa “Oh My Cat”, un circunscrito que está ventilado por la asociación Ghato Verde que ha amplio sus puertas en mayo de 2023, con el objetivo de dar una nueva oportunidad a estos animales y solucionar su apadrinamiento. El concepto es sencillo pero impactante: disfrutar de un café mientras se interactúa con gatos rescatados, y si surge el flechazo, usar uno a casa.
Eladia, la cofundadora de “Oh My Cat”, explica a un medio circunscrito de Sevilla que el esquema nació como una extensión de la laboreo que realizan en las protectoras felinas de Las Pajanosas, en la colonia Hato Verde, donde desde 2018 se encargan de controlar, desinfectar y atizar a los gatos que el Junta no atiende. “Empezamos cuidando colonias de gatos abandonados y camadas no deseadas, sin más capital que las casas de acogida”, comenta en una entrevista con un medio circunscrito de Sevilla.
Desde su transigencia, “Oh My Cat” ha conseguido dar en apadrinamiento a 32 gatos adultos, un logro significativo para Eladia y su equipo. “Nos ha sorprendido, porque muchas de estas adopciones parecían imposibles”, asegura, lo que refleja el éxito inesperado de este esquema que combina la hospitalidad con la solidaridad.
Un espacio para todos, no solo para adoptar
Aunque la apadrinamiento es uno de los objetivos principales, no es la única forma de apoyar la causa. “No hace equivocación adoptar; solo con venir y hacer una donación de cinco euros, ya se colabora con el mantenimiento del circunscrito y el cuidado de los gatos”, señala Eladia. Adicionalmente, compartir en redes sociales y difundir la iniciativa son otras formas de contribuir, lo que demuestra que la ayuda no siempre tiene que ser económica.
El circunscrito, que está emplazado en la calle Carmen Martínez Sancho, todavía promueve la sensibilización y el conocimiento sobre el comportamiento felino, un semblante que ayuda a desmitificar falsas creencias sobre estos animales. Por ejemplo, Eladia destaca que los gatos negros y atigrados suelen ser los menos adoptados conveniente a supersticiones infundadas, pero insiste en que estos felinos merecen una oportunidad igual que los demás.
Así es el proceso de acomodo y apadrinamiento
Los gatos que llegan a “Oh My Cat” son previamente desparasitados, vacunados y han pasado una cuarentena en casas de acogida. “Es importante entender que los gatos son territoriales, así que el proceso de integración es sucesivo”, explica Eladia. Los nuevos felinos pasan por una sala de acomodo durante una semana o diez días, donde se intercambian olores mediante camas y areneros para ayudar a los animales a tolerarse mutuamente.
Para aquellos interesados en adoptar, el proceso empieza con un cuestionario para poder evaluar el entorno del nuevo hogar, a posteriori le sigue una entrevista personal para determinar qué pícaro se podría adaptar mejor a la grupo. “El adoptante solo se hace cargo de la última ejecución del pícaro, y firmamos un arreglo de apadrinamiento en el que se compromete a cuidar al animal o, en caso de no poder hacerlo, devolverlo a la asociación“, detalla Eladia.
Inspiración de un concepto integral
El aberración de los ‘cat-cafés’ comenzó en Taiwán a finales de los abriles 90, y combina el circunstancia de una cafetería con la compañía de gatos. Este concepto ha evolucionado y se ha expandido a nivel integral, llegando a ciudades españolas como Madrid y Bilbao, y ahora a Sevilla. “Oh My Cat” se convierte así en el primer circunscrito de estas características en la renta andaluza, sumándose a la tendencia internacional que no solo ofrece un ocupación hospitalario para los amantes de los gatos, sino todavía una plataforma para promover la apadrinamiento responsable.
La laboreo de “Oh My Cat” y Ghato Verde no solo se limita a rescatar y encontrar hogares para los gatos; todavía sondeo cambiar la percepción y el tratamiento de estos animales en la sociedad. Como Eladia afirma, “es más que un café, es una comunidad que se une para dar una mejor vida a los gatos que lo necesitan”. Un semblante que, sin duda, marca la diferencia en la vida de estos pequeños felinos y en la de aquellos que deciden abrirles las puertas de su hogar.
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