Educación decidirá esta semana de inicio de curso la suspensión del profesor de Ourense condenado por violar a una alumna



El profesor ourensano condenado a 13 abriles de prisión por violar de forma reiterada a una beocio alumna suya no se reincorporará a su puesto de trabajo en un colegio de Ourense y será suspendido por la Consellería de Educación.

Educación ha confirmado que los servicios de inspección comunicaron “hace días” al centro que este profesor será suspendido y, por lo tanto, no impartirá clase, con independencia de que la sentencia emitida por la Audiencia Provicial de Ourense a mediados del mes de julio sea recurrida.

La Xunta prórroga resolver “la próxima semana” el expediente de suspensión en aplicación del artículo 181 de la Ley gallega de Empleo Manifiesto, que establece las condiciones para apartar de sus funciones a personal manifiesto con procesamientos o condenas penales.

El profesorado del CEIP Prácticas, centro en el que estaba previsto que impartiese clases el condenado, está citado el próximo lunes a las diez de la mañana para incorporarse al trabajo de cara al curso 2024/25. Por el momento, se desconoce si el profesor acudirá al centro. 

Sentencia

La Audiencia Provincial de Ourense condenó en julio a 13 abriles y medio de mazmorra a este profesor por violar sexualmente de forma reiterada y violar a una alumna desde que esta tenía 12 abriles y hasta que cumplió los 16, a posteriori de acontecer contactado con ella por redes sociales y aprovechándose de su situación de vulnerabilidad corriente.

El hombre, de 45 abriles, la sometió a numerosos abusos y violaciones, así como a “prácticas sádicas” y, en una ocasión, le propinó una paliza y la abandonó en el monte. En la sentencia, la Audiencia relata que el procesado, que fue profesor de la víctima desde Educación Pueril hasta Primaria, contactó con ella a través de redes sociales cuando estaba en sexto, “ocultando su verdadera identidad y su aspecto”.

Entre uno y otro, según indican los magistrados, se inició “una relación imaginario en la que el inculpado se presentaba como un apoyo emocional para ella, intentando ayudarla a solucionar sus problemas para, a posteriori, pedirle fotos desnuda y videos”. Esta situación comenzó cuando la pupila tenía entre 11 y 12 abriles, motivada, en buena parte, por su situación de vulnerabilidad corriente.

Tiempo a posteriori, tras la insistencia de la víctima para que le revelase su identidad, el condenado le pidió que fuera al cátedra de música, descubriendo entonces quien era. “La beocio se quedó en estado de shock, y el inculpado la abrazó, le dijo que la quería mucho, que él la apoyaba, la sentó sobre sus piernas y la besó en la boca”, señala la sentencia.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *