En la vida cotidiana, los medicamentos desempeñan un papel crucial al ayudarnos a aventajar diversas dolencias y enfermedades. Entre los más comunes y avíos se encuentran el ibuprofeno, el paracetamol y, por supuesto, la Aspirina. Este postrer, conocido científicamente como ácido acetilsalicílico, es un fármaco que ha acompañado a la humanidad durante más de un siglo y que se ha convertido en uno de los medicamentos más consumidos a nivel mundial. No obstante, lo que pocos saben es que buena parte de la producción total de este medicamento tiene motivo en un pequeño rincón de España: Langreo, un pueblo en el corazón de Asturias. En este motivo, más concretamente en la entrada de La Felguera, se encuentra una de las fábricas más importantes de Bayer, responsable de la producción del 100% del ácido acetilsalicílico utilizado en todas las Aspirinas distribuidas por la multinacional alemana en el mundo.
La historia del medicamento
La desarrollo del ácido acetilsalicílico, desde sus inicios en la decrepitud hasta convertirse en la famosa Aspirina que hoy conocemos, ha sido un proceso prolongado y repleto de avances científicos. Fue en 1897 cuando el químico teutónico Felix Hoffmann, trabajando para la compañía Bayer, consiguió sintetizar este compuesto con una pureza y tolerancia mejoradas, siguiendo las fórmulas desarrolladas por Charles von Gerhardt y otros científicos que lo precedieron. Dos primaveras posteriormente, Bayer registró la marca ‘Aspirin’, un nombre que proviene de ‘A’ por el comunidad acetilo, ‘spir’ por la planta ‘Spiraea ulmaria’, de donde se extraía el ácido salicílico, y ‘-in’, una terminación popular que se utilizaba en los medicamentos en aquella época.
La planta asturiana
La historia de esta planta asturiana se remonta a los primaveras de la dictadura franquista. Fue en 1942 cuando se fundó la empresa Proquisa (Productos Químicos Sintéticos) en La Felguera. Esta manufactura se estableció estratégicamente cerca de las cuencas mineras asturianas, aprovechando la infraestructura industrial existente y la mano de obra cualificada arreglado en la región. Inicialmente, Proquisa se dedicaba a la producción de productos químicos esenciales para la industria. Sin incautación, en 1958, tras el Acuerdo Hispano-Ario, la manufactura comenzó a especializarse en la producción del ácido acetilsalicílico.
En 1969, Bayer adquirió la planta de La Felguera e inició un proceso de modernización y expansión que la convirtió en un centro de producción esencia adentro de su red total. Durante la plazo de 1980, la planta se consolidó como el principal fabricante de Aspirina de Bayer, produciendo millones de pastillas diariamente para atestar los mercados internacionales.
Hoy, la manufactura de La Felguera no solo es un referente en la producción de Aspirina, sino que asimismo se destaca por su compromiso con la sostenibilidad y la innovación. Bayer ha implementado tecnologías avanzadas para minimizar el impacto ambiental de sus operaciones y la planta ha recibido numerosos reconocimientos por su excelencia en la producción y respeto por el entorno.