Para muchos se acabó lo bueno. “¿Sufres lo que se conoce como síndrome post-vacacional?”, le preguntamos a Dani, piloto, oriundo de Bravo de asueto en Madrid. “Uy, sí, totalmente… sí… sí… la verdad es que el retornar otra vez a la rutina es un poco duro luego de disfrutar de los amigos, de la grupo… retornar al trabajo, la verdad es que retornar, cuesta, cuesta”, se sincera Dani.
Muchas personas añoran los días de sinceridad que suponen las asueto
“Lo sufrimos. Lo sufrimos los tres. Los sufrimos porque son unos días costosos”, nos comenta el valenciano José Luis, señalando a sus dos hijos. “Ahora que usted vuelve a su país, a la rutina, a usted ¿le supone algún problema?”, le preguntamos a Juan, que cercano a su grupo ya está de camino de regreso a Puerto Rico. “Mucho trabajo es lo que voy a tener cuando llegue para respaldar todo esto que he gastado en Madrid… sí… sí…”, afirma con una gran sonrisa.
Fini, de Madrid, ya ha vuelto de sus días de alivio. “Pues mal, muy mal… no es lo mismo estar sin hacer ausencia, que estar levantándote temprano…”, dice añorando retornar a irse de nuevo.
Oficialmente no es ninguna patología, pero este síndrome causa problemas físicos y psicológicos
La psicóloga Silvia Álava nos comenta en qué consiste este síndrome. “Es corriente si te sientes un poco más triste, más desvaído… o incluso en algunas ocasiones, enfadado. Todo esto podría tener un correlato a nivel fisiológico… pues por ejemplo, que puedes notar que el corazón corre más deprisa, una opresión en el pecho, unas molestias en el estómago… mucho cansancio… a veces se puede alterar el apetito… y encima, a veces, nos puede costar más conciliar el sueño”, explica. Como han podido interpretar hasta ahora, para mucha concurrencia el regreso a la rutina tras el periodo de sinceridad y esparcimiento que suponen las asueto se puede poner cuesta hacia lo alto. Un proceso de habilitación que para muchas personas puede suponer problemas fisiológicos y asimismo psicológicos. Aquí van algunos consejos para sobrellevarlo. “Quizá tienes la suerte de estar en un trabajo que te gusta… y agenciárselas todos los aspectos positivos de tu trabajo te va a ser mucho más dócil... en ocasiones no tenemos tanta suerte, y no nos gusta tanto ese trabajo… entonces tenemos que ver que otro aspecto positivo puede tener… porque a lo mejor me ayuda a respaldar las facturas, a respaldar la hipoteca”, nos detalla la psicóloga. Aunque siempre quedará el consuelo de que lleguen las próximas asueto.
Hay que esforzarse en intentar ver lo positivo de nuestra vida cotidiana para sobrellevar el regreso a la sinceridad.
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