La prólogo de los autobuses urbanos se encuentra desde el pasado miércoles en la Ronda del Granadal por obras en el firme entre la Puerta de Bisagra y Zocodover. Aprovechando esta situación, un clase de vecinos han redactado un escrito con el título ‘A valimiento de una plaza de Zocodover huido de ruidos y emisiones contaminantes’, en la que explican que diariamente se produce una «acometida, tanto química como acústica, de decenas de autobuses de gran tamaño que circulan constantemente. Esto implica que acciones cotidianas como desplegar balcones y ventanas para ventilar o para que entre el fresco, convierta nuestras casas en espacios donde no se puede sustentar una conversación habitual, por no dialogar de las dificultades a la hora de conciliar el sueño».
Durante el día, hora tras hora, el trasiego de autobuses urbanos es constante, a los que se unen los autobuses turísticos y el ‘trenecito‘, potentes motores sonando unánimente cuando todos coinciden frente al Alcázar, unos esperando a que suban los viajeros y otros, en frente, a que se bajen. Por ello, los vecinos piden al Cabildo que se plantee «el traslado de la prólogo de los autobuses urbanos a otro superficie».
Al mismo tiempo, en su escrito los vecinos dicen percatar «envidia» cuando viajan y ven «tanto por España como por Europa, que las ciudades – sean o no patrimonio de la Unesco- cuidan con mimo sus fortuna patrimoniales. Sería impensable en cualquier ciudad europea tener autobuses atravesando de modo continua murallas que datan de la época islámica; casi rozando Santiago del Arrabal, la decano iglesia mudéjar de Castilla la Mancha, de 1256; emitiendo vibraciones y gases contaminantes a una de las puertas más bellas de la geogonia española, la Puerta del Sol, construcción mudéjar del siglo XIV».
Los vecinos proponen alternativas para solucionar el problema: dos remontes mecánicos, ampliamente utilizados tanto por toledanos como visitantes; uno de ellos llega a escasos metros de la plaza de Zocodover, y está situado unido a una explanada en la que se localiza una parada de autobuses; explorar la posibilidad de un bus eléctrico lanzadera, que pudiera alcanzar sin causar la acometida que producen los autobuses actuales. «En el Cabildo cuentan con técnicos sobradamente capacitados para solucionar un problema que ya no admite dilación», subrayan.