El pasado 8 de agosto, día de la investidura de Salvador Illa, el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont protagonizó una polémica aparición a escasos metros del Parlament. Un discurso delante miles de personas fue el preludio de su huida cerca de Waterloo (Bélgica).
En declaraciones a ‘RAC1’, el secretario normal de JxCat, Jordi Turull, ha revelado más detalles sobre la fuga de Puigdemont, detallando que permaneció en Barcelona “hasta las siete u ocho de la tarde”, cuando los Mossos d’Esquadra levantaron la ‘operación prisión‘ para detenerlo.
La huida de Puigdemont
En esta dirección, Turull ha relatado que, tras desmontar del tablas en Arc de Triomf, el expresidente de la Generalitat se trasladó a un calle de Barcelona. En este domicilio estuvo “hasta el mediodía”, cuando tomó la intrepidez de retornar a Waterloo. Su intención era la de comparecer al pleno de investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Sin bloqueo, esta idea auténtico se se volvió irrealizable al ver que el dispositivo de los Mossos buscaba detenerle.
Según el secretario normal de JxCat, Puigdemont se traslado desde el primer domicilio hasta un segundo, enclavado más alejado de las inmediaciones del Parlament. Desde este calle partió cerca de las ocho de la tarde
Puigdemont llegó a España por carretera, entrando a Cataluña por la autopista AP-7 el 6 de agosto dos días antiguamente de que se celebrase el debate de investidura. Dos días posteriormente, asimismo salió por carretera, Turull no ha revelado qué ruta utilizó, aunque sí ha dicho que regresó a Bélgica sin paradas.
Niega la ayuda de los Mossos
El pasado lunes 26 de agosto, la dirección normal de la Policía catalana acordó suspender de forma cautelar a los dos Mossos d’Esquadra detenidos por supuestamente colaborar en la huida de Puigdemont. Sin bloqueo, Turull ha obtuso la existencia de cualquier acuerdo con la policía catalana para el arresto del expresident.
Por extremo, ha afirmado que “hasta el extremo momento” no se perdió “la esperanza de entrar”, porque entre otras cosas la dirección de Mossos le hizo resistir que, “por respeto a sus derechos políticos, no habría detención antiguamente del pleno y que se permitiría su intervención pública y el camino al Parlament”.
No obstante, Santiago Castellà ha sostenido que Puigdemont no tenía intención de interferir en la investidura de Illa. Incluso ha señalado que el presidente del corro parlamentario de Junts, Albert Batet, llamó al candidato socialista y le dijo que los rumores de detención no eran su “responsabilidad“, por lo que frenaron las solicitudes para interrumpir el pleno.
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