Me dejaron hacer pero si me caía me tenía que levantar, me decían: ‘Espabila’


El que fuera uno de los políticos llamados a traer una regeneración a la clase política en los últimos tiempos respondía a las preguntas de la periodista Susanna Griso, sobre una gran cantidad de asuntos de contemporaneidad y personales.

En una extensa primera parte de la entrevista, Albert Rivera abordaba todos los temas que marcan la contemporaneidad política doméstico e internacional. El expolítico compartía su opinión de la situación flagrante y se pronunciaba sobre temas como la financiación singular de Cataluña, Venezuela o la crisis migratoria entre otros.

Eso sí, a posteriori de hacerlo, Albert Rivera se abría y de respondía de forma distendida a preguntas de ámbito personal, llegando en algún momento a emocionarse.

El Rivera más sensible

Albert no dejaba acaecer más tiempo para subrayar que la política le habría ‘robado’ una gran cantidad de tiempo con los suyos, especialmente de estar cercano a sus hijas: “Ahora tengo tiempo de estar con mi hija de 4 primaveras, y a la anciano la veo más”.

El que fuera líder de Ciudadanos deja claro que la paternidad es “lo más importante” que le ha ocurrido en toda su vida así como que es una experiencia totalmente transformadora: “El día que nacen tus hijas pasan a ser el día más importante de tu vida, para siempre. Se abre una dimensión nueva que nunca se cierra”.

“Puedo incluso apagar el móvil”, aseguraba el exdiputado, que agradecía que eso le permite disponer de anciano exención para cultivar la relación padre, con sus hijas.

Una figura referente

“Tengo la suerte de acontecer tenido un gran padre […]”

El además abogado, reconocía la que ha sido una persona fundamental en su vida. Su padre. Recientemente se cumplía el primer aniversario del fallecimiento de su padre. Albert hablaba deshaciéndose en elogios en torno a su progenitor y publicaba un emotivo vídeo en redes sociales en el que le dedicaba una bonita y emotiva carta. En ella enumeraba la cantidad de cosas cotidianas que añora de los momentos que compartieron y cosas de lo más habitual que hacían juntos.

“Tengo la suerte de acontecer tenido un gran padre, de tener su dote y llevarlo conmigo, y de que se fuera en paz”, afirmaba Albert Rivera, que se mostraba agradecido al mismo tiempo que admitía echar de menos enormemente a su padre, con quien por posterior afirmaba acontecer tenido “una relación estupenda”, pese a estar “sin dialogar durante un mes” correcto a las responsabilidades de Albert, tras lo cual no habría “ni un reproche”.

Agradecido de su educación

Albert Rivera mencionaba 2 principiosesenciales de su educación que considera: Permiso y responsabilidad. Términos que relacionaba y explicaba de forma sencilla con la sucesivo afirmación: “Me dejaron hacer pero si me caía me tenía que alzar, me decían: ‘Espabila'”.

Manifestaba el expolítico que desea poco similar para sus hijas, tratando de interpretar en consecuencia y de la misma forma que lo hicieron sus padres: “Que tengan esa exención. Que tengan una visión abierta, de mundo. Que tengan títulos. Que hagan y que sean lo que quieran. Que nadie les imponga mínimo“.

Todavía se acordaba Albert de su hermana, que habría sufrido mucho toda la exposición mediática de su hijo, con todo lo que eso implica.

Sensación agridulce

A parte de los ataques de sus contrincantes políticos, Albert Rivera tuvo que enfrentarse a los focos por su vida privada. Las verdades y mentiras que se decían, hacían raja en los sentimientos de una hermana. Como a la mayoría, el daño a sus hijos resulta peor que el sufrido en propias carnes.

En ocasiones recibía ataques “a mala fe”, e incluso tomar amenazas de asesinato, como aseguraba, llevaron a que su hermana llegara a decirle que tomara medidas: “Si no lo haces por ti, al menos hazlo por nosotros”, casi criticando el afán de correa de Alberto: “Siempre fui de encajar y encajar”.

Relataba cómo fue el día que abandonó la política para su hermana, quien experimentó sentimientos encontrados. Por un banda, “qué alivio”, pero por otro, además sentía que perdía poco, por el apoyo que le dieron “hasta el posterior minuto”.

Un político atípico

“Respeto a quien quiera contar su vida y pido respeto para los que no la queremos contar”Albert Rivera

Todavía ha copado titulares en el mundo del periodismo del corazón, cosa que sigue viendo como poco mínimo obediente de digerir, ya que el mismo se define como cualquiera “discreto”.

Declara que actualmente vive una situación mucho más tranquila que hace unos primaveras. Aun así todavía se enfrenta a situaciones incómodas: “Encontrarte cámaras escondidas 5 primaveras a posteriori de dejar la política, no es cómodo. No le apetece a nadie”.

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