«Será muy bonita, pero yo aquí no vuelvo»


Que Frigiliana es uno de los pueblos más bonitos de España es poco que muy pocos se atreverían a desmentir. Sin confiscación, hay un detalle que suele acaecer desapercibido en las guías de delirio y que puede estropearte la reconocimiento si no vas preparado: las cuestas. Y si no, que se lo digan a la mama de JJ Reyes, un tiktoker que triunfa en esta red social grabando sus divertidas y espontáneas reacciones.

A pesar de que Frigiliana es uno de los pueblos más encantadores de Málaga, su belleza y pintoresca bloque tienen un pequeño inconveniente: la empinada cosmografía de sus calles, motivo de queja para algunos visitantes.

«Mama mía, Frigiliana, no vengo más»

En esta ocasión, JJ Reyes, que cuenta con casi 13.500 seguidores, ha publicado un vídeo en el que recoge la reacción de su mama tras un paseo por Frigiliana. La respuesta sincera y espontánea de esta mujer causa las risas de numerosos espectadores. «Mama mía, Frigiliana, no vengo más», llega a proponer en un momento de cansancio completo.

La mujer, visiblemente cansada, no duda en cachear la belleza de Frigiliana, comentando que el pueblo «es muy atún». Sin confiscación, su agotamiento se hace evidente cuando añade con determinación: «Pero yo aquí no vuelvo».

Frigiliana, un pueblo encantador con cuestas desafiantes

Frigiliana, situado en la comarca de la Axarquía, es reconocido por sus calles empedradas, casas blancas adornadas con flores y su herencia morisca. Este pueblo, considerado uno de los más bonitos de España, atrae a miles de turistas cada año que desean verificar la autenticidad de un extensión que parece haberse detenido en el tiempo.

Sin confiscación, su cosmografía montañosa, que contribuye a su singular encanto, puede convertirse en un desafío para quienes no están acostumbrados a caminar por pendientes pronunciadas. Este fue precisamente el caso de la turista que protagoniza el vídeo, quien, tras recorrer las empinadas calles de Frigiliana, expresó su agotamiento y frustración. «Se me está bajando la tensión», llegó a afirmar la mujer, a la que ni siquiera las impresionantes vistas pareció ayudarla: «Hasta las vistas me están dando igual».

La dualidad de Frigiliana: una belleza que exige esfuerzo

La reacción de esta turista refleja una dualidad que muchos visitantes pueden verificar al saludar Frigiliana. Mientras que su encanto arquitectónico y sus vistas panorámicas son innegables, recorrer sus empinadas cuestas puede ser abrumador, especialmente en días calurosos o para personas con movilidad escasa.

A pesar de las cuestas, Frigiliana sigue siendo un destino muy recomendado para aquellos que buscan disfrutar de la auténtica belleza andaluza. Las calles empinadas, aunque desafiantes, forman parte del carácter único de este pueblo, que combina historia, civilización y naturaleza en un solo extensión.

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