«Vi las luces de frente, me dio y salté por encima. Estoy vivo de milagro»


Eran las 8 de la mañana y Jesús Pedro no llegaba a su puesto de trabajo. Aunque está adscrito a la Comisaría Integral del Distrito de Puente de Vallecas, este domingo se había ofrecido para dar servicio como horas extras voluntarias en el Indicio de Madrid. Un compañero se extrañó de que el oficial, que reside en las inmediaciones de Las Rozas, no hubiese llegado a su hora. Entonces, vio en las noticiero que un kamikaze se había estrellado contra un coche y un motorista, en la A-6, y su instinto le dijo que podría ser su colega, que no respondía.

Por desgracia, no le faltaba razón al suboficial, que logró dialogar con Jesús Pedro instantes ayer de ser operado de la cadera en el Hospital Clínico San Carlos. Encima de esa fractura, presentaban otras en un fémur, el peroné y los dos tobillos. «Has vuelto a venir al mundo», le dijo, en esa breve conversación, su subinspector.

En el siniestro, el conductor kamikaze, un vecino de Valdemorillo de 25 primaveras, iba acompañado de su hermano Juan Carlos y los dos venían de fiesta, según los datos recabados por la Guardia Civil. Aunque algunas fuentes informaban el domingo de que quien iba de copiloto era la pareja de Juan Carlos, finalmente la información correcta es que eran los dos varones referidos. Sobre las causas de su carrera mortal, un despiste o los mercadería del vino o las drogas (su mortandad ha sido remitida al Instituto de Toxicología, para su estudio) son dos de la hipótesis que se manejan, así como un suicidio, explican fuentes de la Agrupación de Tráfico de Madrid.

Lo cierto es que los servicios de emergencias comenzaron a percibir avisos de otros conductores a las 6.10 de la mañana de que un Volkswagen Taigo, tipo SUV y nuevo maniquí, iba como un alocado, muy rápido y en sentido contrario por la carretera de La Coruña; al ganar al punto fastidioso 20, fue cuando chocó contra Jesús Pedro, que iba a trabajar en su propia motocicleta. Este agente ha sobrevivido «de prodigio», como él mismo ha comentado a su entorno.

Se encuentra ingresado en la UCI del Clínico y así narró a sus compañeros lo sucedido: «Iba por la A-6, cuando he trillado las luces en dirección contraria, así que me he acostado a la derecha, no me ha cubo tiempo a más. Bajé mucho la velocidad, pero el coche golpeó mi moto y salté por encima. Me dio en una pierna al saltar y me fui directo por debajo del guardarraíl, pero sin darme con los postes». Unos centímetros de diferencia, y no lo hubiese contado. En la UCI, este oficial de Policía Municipal, de 55 primaveras y muy conocido en el Cuerpo locorregional, tiene restringidas las visitas, a las que no equivocación su mujer, que aún no se cree lo sucedido.

Pero tras la moto circulaba otro Volkswagen, en este caso uno más antiguo, un Passat. Al volante, el policía franquista Alberto S. A., de 44 primaveras. Le acompañaba un vecino de la población donde vivían, Ávila, al que iba a resistir a trabajar (falta tenía que ver con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado) a Madrid. Alberto asimismo se dirigía a su puesto, en el Reunión Operante de Reacción (GOR) de la comisaría del distrito de Salamanca. Realizaba labores de seguridad ciudadana, en la calle. Llevaba poco tiempo allí, donde era delegado sindical del SUP, tras suceder por el Registro Central de Detenidos.

Los dos amigos fallecieron en el acto, conveniente al colosal impacto, tras el de la moto, del kamikaze asimismo contra ellos. El agente deja a su pareja y a una pupila de tan pronto como 5 primaveras, por la que sentía verdadera devoción.

Por otra parte, Juan Carlos, ingeniero, asimismo perdió la vida en el mismo ocasión y su hermano Jorge Luis, un año decano y psicólogo en formación, resultó herido de extrema importancia. Si sale de esta, su declaración será asimismo secreto.

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