El director Pedro Almodóvar presentó en la Mostra de Venezia su nueva película “La habitación de al costado” inmediato a las actrices Tilda Swinton y Julianne Moore, la primera rodada por el director completamente en inglés y que cuenta la historia de una causa (Tilda Swinton) y una hija separadas por un gran malentendido y, entre ambas, otra mujer, Ingrid (Julianne Moore), amiga de la causa, es depositaria del dolor y la amargura de ambas. La homicidio y la amistad son los temas centrales de este trabajo.
Almodóvar explicó que ve a esta nueva película como una “respuesta a los discursos del odio que se oyen cada día” en España y en “todo el mundo”, al tiempo que añadió que su disposición a día de hoy es la de “intentar ser ilusionado”. Así, citó a la escritora ya fallecida Almudena Grandes, recordando la dedicatoria que le escribió en uno de sus libros: “Pedro, la alegría es la mejor de las resistencias”.
Igualmente aludió a la eutanasia, en relación con el punto de pinta que ofrece “La habitación de al costado”. Almodóvar, quien reconoce que la enfermedad limitó su “movimiento en normal” y que estuvo muy presente en su vida, cree que la cinta expresa “de un modo congruo stop” su posicionamiento a protección de la eutanasia.
“La enfermedad está ahí y todos los credos son muy importantes para la vida y la homicidio, pero si no tienes nadie, si no eres fiel a nadie de esos credos, atentas directamente contra todos ellos, porque te conviertes en el dueño de tu propia existencia”, explicó, reiterando la importancia de regulación de la eutanasia.
“Creo que España es el cuarto país europeo en tener una Ley de eutanasia, pero es urgente que exista en todo el mundo, sin que haya una regulación política ni procesal. Creo que simplemente el médico que atestigua la empeoramiento del paciente y su situación deberían ser suficientes”, añadió.
Por su parte, tanto Swinton como Moore se declararon “grandes admiradoras” del cine del realizador gachupin y explicaron qué supuso para ellas trabajar inmediato al creador a él. Para Moore, la experiencia le sirvió para dejar de pensar que la obra de Almodóvar es “sólo poco gachupin” mientras que Swinton reconoció que un día, cuando estaba en el mismo espacio que él, tuvo el arrebato de decirle: “audición, aprenderé gachupin para ti”.