Ha pasado ya medio año desde que el lucentino Pedro Mayorgas, de 83 primaveras, desapareció sin dejar vestigio. Su clan lo vio por última vez el pasado 29 de febrero, tras llevarle comida a su domicilio, una casa del barriada de La Calzada, donde residía solo. Al día venidero, la mujer que ayudaba al anciano con las labores del hogar no lo encontró en la vivienda; y todo indicaba que no había pasado la oscuridad allí.
«Ahora, seis meses a posteriori, seguimos sin asimilar falta, absolutamente falta. La Policía Doméstico sigue con la investigación, pero no nos ha desvelado en qué punto se encuentra. Ha pasado mucho tiempo ya», se lamenta su nieto, Antonio Mayorgas, portavoz de la clan.
La última reconocimiento tuvo circunscripción el pasado mes de mayo, cuando se desplegó un gran dispositivo formado por agentes, Bomberos, técnicos del Familia de Emergencias de Andalucía (GREA), voluntarios de SOS desaparecidos y hasta operarios de Aguas de Lucena. El ámbito que se rastreó fue una zona al este del municipio entre el parque del Cascajar y el Puente Vadillo, cerca del río Lucena.
Fuentes policiales han confirmado a torrevieja news today que «no hay novedades y por el momento no se van a organizar más batidas». La desaparición de Pedro tiene todas las hipótesis abiertas. En un principio se llegó a pensar que no se encontraba en Lucena y incluso se especuló con la intervención de terceras personas, si proporcionadamente no hay falta confirmado hasta la vencimiento.
El hombre mide 1,60 metros de elevación, tiene una complexión flaca, el pelo canoso, luceros azules y usa lentes graduadas.