El amantes del montañismo Están acostumbrados a escalar cumbres y ser recibidos en la cima de las montañas por imponentes cruces que indican justo el punto más alto. En ocasiones van acompañados de cajas metálicas que protegen los cuadernos para que quien llegue allí deje un escrito para el recuerdo, pero, sea cual sea el caso, lo más importante, y muchas veces fotografiado, son estos símbolos.
Su presencia, en estos casos, tiene un significado muy emblemático. Algunos hacen referencia a temas religiosos y generalmente van acompañados de mensajes de fortaleza y superación. Muchos montañeros aprovechan para dejar algunos memoria personalcomo cintas o insignias, pese a que muchas instituciones piden no hacerlo porque estas prácticas sólo llenan las montañas de posibles residuos.
Ahora la cruz de Aneto, el pico más alto de los Pirineos cobra protagonismo. Y este martes, efectivos de la Guardia Civil de Huesca lo retiraron de la cumbre, a 3.404 metros de altura, tras un amplio dispositivo. Es la primera vez, desde que hace 72 años se colocó allí para conmemorar el 75 aniversario del Centro Excursionista de Cataluña, que se produce una actuación de estas características.
Una cruz deteriorada y torcida
Todo esto se debe a la necesaria restauracion del símbolo. A pesar de estar construidas con materiales resistentes, el paso del tiempo y, sobre todo, las duras condiciones climáticas, pasan factura en estas cruces. En este caso concreto, la cruz se veía deteriorada y algo torcida, lo que suponía un riesgo para los montañeros y por ello el Ayuntamiento de Benasque acabó solicitando la intervención.
La cruz en cuestión, que es aluminiofue desmantelado en cuatro pedazos y fue ‘desalojado’ de la cima en helicóptero por miembros de la unidad que trabaja habitualmente realizando rescates en la zona y que ya conoce las condiciones montañosas, como se ve en el vídeo que ha difundido el cuerpo policial con su actuación.
Tres policías, junto con un guía de montaña local y un herrero, tardaron unas tres horas en desmontar la cruz, que en total pesa unos 90 kilos y que requirió un trabajo minucioso. Los policías cargaron en el helicóptero las piezas, que eran pesadas, y este las bajó hasta un punto accesible en coche.
Ahora, el Aneto se quedará unos meses sin este símbolo, por lo que los montañeros que lo hagan cumbre este otoño o invierno no podrán tocarlo. Se estima que hasta primavera La cruz no podrá ser reubicada y cuando regrese tendrá un aspecto más imponente, ya que recuperará su altura original, más de 2 metros y medio.