Gonzalo Caballero agita la hoja de ruta del PSdeG hacia las autonómicas


O Carballiño, 13 de agosto. Fiesta del Pulpo. Gonzalo Caballero publica en sus redes sociales una fotografía, en una mesa, con su compañera en O Hórreo Marina Ortega y la líder de Sumar, Yolanda Díaz, en primer plano, y más al fondo, Valentín González Formoso. “Lo pasamos muy bien y encontramos muchos amigos de toda Galicia», escribe el exsecretario general del PSdeG, sin precisar si incluye en dicha categoría al actual líder del socialismo gallego. Más tarde ese mismo día vuelve a aparecer en Twitter (ahora X) para dejar una nueva pastilla de las recetas de la candidatura de su partido a la Xunta que publica cada 24 horas desde el día 1 de este mes.

Formoso tuvo que sentarse el pasado domingo a escasos metros de quien, desde que el propio alcalde de As Pontes le derrotara en las primarias de octubre de 2021, se ha convertido en la voz más incómoda dentro del PSdeG, a base de declaraciones y ‘tuits’ donde alterna críticas con mensajes dirigida a la dirección de su formación; marca su propio perfil y se levanta con voz díscola contra el discurso oficial. El 17 de septiembre el socialismo gallego volverá a apelar a la militancia, esta vez para elegir un candidato a presidir la Xunta. Aún no hay fecha oficial para la presentación de candidaturas, se supone que asistirá José Ramón Gómez Besteiro como figura de consensocon el apoyo del propio Formoso, pero no se puede descartar que Caballero se dispute la opción de enfrentarse a Alfonso Rueda y Ana Pontón en las próximas elecciones autonómicas.

El sobrino del alcalde de Vigo está inmerso en lo que él mismo define como “proceso de escucha”, como paso previo a la solicitud. El 28M, primero, y el 23J, después, le han suministrado argumentos a la hora de exigir a la dirección del PSdeG que reflexione para “enderezarse” y “acertar” con el “rumbo” que tiene que tomar tras lo que No es que dude en calificarlos de “golpes” en las urnas.

A la luz de los resultados de las elecciones municipales, Caballero poner su dedo en la llaga que su partido había caído en Galicia “tres veces más que en España”, respecto a 2019, con la victoria en las generales de abril como gran hito. “En mi etapa siempre subimos”, el “PSdeG tiene que volver a crecer electoralmente como lo hizo en mi etapa”, ha insistido en los últimos días. Con el 23J en el horizonte, Caballero se declaró preocupado por las urnas —ya lo había hecho, por ejemplo, en octubre del año pasado—. Tras escrutar las papeletas, volvió a la citada red social para poner feo que la Comunidad era la única en la que había bajado el porcentaje de votos a favor de los socialistas, y comparar la cosecha con la del 19.

De los 14 puntos que se ha ido difundiendo a diario, los dos primeros son los más llamativos. Caballero debutó reivindicando del futuro candidato del PSdeG a presidir la Xunta “compromiso con la ejemplaridad, la honestidad y la ética en la gestión de público”, “bolsillos de cristal, limpieza y transparencia”. Y un día después abogó por un “referente en la lucha contra cualquier tipo de corrupción, ya sean prácticas tipificadas como delito o conductas mandonas o impropias”.

si fuera un Andanada a Besteiro por sus problemas legalesde la que fue exonerado, Caballero olvidó interesadamente que era secretario general del PSdeG cuando Francisco Javier Gutiérrez Orúe, alto cargo del Ayuntamiento de Vigo, fue condenado a cinco años de prisión como principal responsable de la so- llamado ‘caso de la cuñada’, por el que ni Abel Caballero ni Carmela Silva dieron nunca explicaciones —es cierto que Formoso también se comprometió cuando fue nombrada presidenta del PSdeG—.

Apoyo de sus familiares

Esos primeros mensajes fueron convenientemente aclamado por sus parientes y oportunamente recogida en su perfil por el propio Caballero. No podían faltar sus principales fieles, los también diputados Pablo Arangüena y Martín Seco —pendiente de un expediente disciplinario a Ferraz por impugnar la dirección del PSdeG en O Hórreo—. Arangüena añadió que “no hay socialismo sin ética, que es algo muy diferente a la presunción de inocencia”, mientras que Seco citó a Pablo Iglesias, fundador del PSOE: “Los partidos no sólo se hacen seguidores con sus ideologías, sino con buenos ejemplos”. y la recta conducta de sus hombres”.

La diputada Noelia Otero, su ex compañero de escaños Juan Carlos Francisco Rivera y Pilar Muiños también celebraron las palabras de Caballero, quien desde entonces ha reclamado que su partido no sea “títeres” de “poderes económicos, ni fácticos, ni de lobbies”; ser “creíble” y “honesto” frente al populismo; y no convertirse en “refugio de la mediocridad” o de quienes buscan “soluciones personales o salarios”; luego atemperó el tonorecurriendo a lugares comunes como la defensa de los servicios públicos, el apoyo a la innovación, un nuevo modelo económico y otro sistema fiscal.

Un goteo de propuestas salpicado, en la misma red social, de mensajes más incómodos de leer en O Pino, como cuando reclamaba “realismo” a José Tomé, barón de Lugo, por hacer explícito su apoyo a Besteiro, y recordándole el bagaje de su provincia el 23J. O por difundir a los inefables Arangüena y Seco, que tan pronto antepusieron a Formoso a los resultados de 2019, por anunciar un “sorpasso” en las autonómicas, como el primero atribuye a Blas Otero formas de «Ceasescu» por apostar por Formoso como único candidato. “Sería de una película de Berlanga”, gritó Arangüena.

Precisamente, el alcalde de Ames respondió a Caballero tras el 23J, en Twitter, que el rumbo del PSdeG ya estaba orientado en las primarias del 21 despojándole del liderazgo. «Hay que saber perder y dar un paso al costado», le reprochó. Más cauto fue el lunes el diputado Julio Torrado, quien dijo no saber nada de candidaturas. No quiso alimentar un fuego que Caballero y su gente avivan.



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