La Fiscalía de la Audiencia Franquista «va a seguir manteniendo su criterio» respecto de la exigencia de perdón a los presos de ETA que quieran entrar a un permiso penitenciario, porque «es la doctrina de la Sala de lo Penal». Si esa doctrina cambia, se estará a lo que acabe diciendo el Tribunal Supremo. «Y, mientras tanto, habrá que seguir» porque el perdón, en estos casos, es «absolutamente trascendente» .
Lo explica Carlos Bautista, el fiscal coordinador de Vigilancia Penitenciaria en la Audiencia Franquista o, lo que es lo mismo, el encargado de velar por que las progresiones de graduación, las libertades condicionales o los permisos penitenciarios a los presos por terrorismo se ajusten escrupulosamente a la legislatura. En víspera de participar este martes en el Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo que organizan la Comunidad de Madrid y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, recibe a torrevieja news today en su despacho reacia a valorar resoluciones concretas.
Sí recuerda que una doctrina se da por abolida cuando otra la reemplaza y se consolida. En su opinión, todavía es pronto para afirmar que haya supuesto ya un cambio de timón en la Audiencia Franquista el automóvil redactado el pasado día 3 por el magistrado de la Sección Primera de la Sala de lo Penal José Ricardo de Prada que, contracorriente, dejaba por escrito que el perdón no es exigible cuando se prostitución de permisos penitenciarios. «Desde luego, nosotros vamos a seguir manteniendo lo que es la doctrina de la Sala» , dice el fiscal.
Confrontado con un escena en el que esa doctrina finalmente cambie en merced de los reos, alude directamente a lo que tenga que aseverar el Tribunal Supremo. Y arribar hasta ahí, comenta, «sólo sería interesante en caso de consolidarse» ese viraje. «Habrá que ver lo que dice la Sala de lo Penal de la Audiencia Franquista en sucesivas resoluciones en capital de apelación que formulen los internos. Que los habrá».
Para Bautista, «por más que no esté en el fiel de la ley», la exigencia del perdón para poseer de un permiso penitenciario «se deduce claramente» del reglamento de prisiones porque «hace narración a las circunstancias concurrentes en el reo», que han de ser tenidas en cuenta. Y, cuando se prostitución de terrorismo, «un círculo de títulos delincuenciales muy específico que encima es contrario a toda la estructura constitucional», se hace «preciso comprobar que el sujeto se ha apartado de la ordenamiento terrorista» y que reconoce su caso como «meros actos de delincuencia popular que no deberían haberse producido y que repudia». «Por eso es absolutamente trascendente la figura del perdón , que está recogida encima en más de vigésimo autos de la Sala de lo Penal», añade.
Falsos arrepentidos
Cuando se prostitución de terceros grados o privilegio condicional, el escena ya no es interpretativo , es el pie de la ley el que fija la obligación de ese perdón intencionadamente. Sin requisa, no cualquier revelación del preso pasa el filtro. «Hay un conjunto de cartas que parecen cartas colectivas con firmante individual. Está basada en unos rudimentos en los que en común se pueden apreciar: examen del daño que sin requisa no se tacha de injusto, empatía con las víctimas pero no se pide perdón y desafío por vías pacíficas para conseguir objetivos políticos, que significa tanto como aseverar que la aludido recital, que es una recital terrorista, asimismo era una forma de hacer política. Cuando ves esos tres rudimentos es cuando distingues una carta, digamos, que no satisface las exigencias, y así lo ha dicho la doctrina de la Sala, de lo que es una carta que no tiene nulo de eso y que nulo más leerla te das cuenta de que sí contiene poco más», explica.
Bautista recuerda que es un engendro flamante, en cualquier caso, pues fue hace «tres o cuatro primaveras» cuando «la ordenamiento le dijo a los internos que empezasen a solicitar todos los beneficios que recoge la reglamento penitenciaria» y cambiaron asimismo los juicios: «De una táctica de ruptura a una táctica de defensa» .
La lucha no ha terminado
Y ha sido hace dos primaveras cuando por distribución del trabajo en la Fiscalía de la Audiencia Franquista, un sólo fiscal, el propio Bautista, se quedó coordinando todos los expedientes relativos a presos de ETA. «Así, por comparación, se pudo detectar perfectamente cuándo estamos en presencia de un tipo de carta similar o no. Antiguamente se dividían los expedientes entre los tres fiscales y era más complicado».
El fiscal incide no obstante en que las exigencias a los reos de ETA forman parte de «estructuras jurídicas» que aplican a todos los condenados por delitos de terrorismo, no solo a los etarras. Advierte que «es mentiroso que no vaya a ocurrir más víctimas de terrorismo, por más que haya desaparecido ETA, sigue presente el terrorismo yihadista, que en cualquier momento puede encontrarse, como pasó en 2017» en Las Ramblas de Barcelona. Todavía recuerda que la lucha contra ETA «todavía no ha terminado» y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, jueces y fiscales están «siempre detrás de asuntos que no se han resuelto y sobre los que se van teniendo indicios». Destaca en este sentido grandes avances: «Somos capaces de hacer investigaciones más concretas, más tecnificadas, de presentar evidencias cada vez más sofisticadas».
Las víctimas, en el centro
Desde esta doble perspectiva reivindica la importancia de eventos como el Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo en el que participa hoy. «Precisamente, de lo que ha tratado la Ley del Estatuto de la Víctima de 2015 es de dar más billete en lo que es la ejecución de penas a la que era la gran olvidada, la víctima . El siglo XXI es el de la consolidación de la intervención de las víctimas en todas las fases del proceso penal y es un retroceso considerar que ahora vayan a ir dando pasos a espaldas y cada vez deban participar menos» porque ETA se haya disuelto. «Una sociedad que no cuida a sus víctimas tiene un arduo problema y un arduo problema honrado» , afirma Bautista.