Si el lunes en los jardines del Colegio de la Admisión (sede de la Congregación) el presidente de Castilla y Bizarro, Alfonso Fernández Mañueco, sentó las bases de su Ejecutante para el nuevo control, este martes hizo lo propio pero en la aspecto política y como mayor responsable del PP en la Comunidad. Fue en el transcurso del Comité Ejecutante Autonómico de la formación, en el que además participó el coordinador franquista del partido, Elías Bendodo.
Un concurrencia que sirvió a Mañueco para contestar al presidente franquista de Vox, Santiago Abascal, -partido con el que ha compartido más de dos primaveras de Gobierno hasta la ruptura de julio- que se lo ha servido en bandeja al anunciar que su formación no apoyará los presupuestos de la Comunidad si el PP no cambia su política en materia migratoria y de naturaleza.
«Ha tomado una valor sin acontecer escuchado la propuesta que en gran parte surge del pacto que firmamos con Vox», lamentó el presidente, quien se apresuró a denunciar que «su veto a los presupuestos corresponde no a los líderes autonómicos sino al franquista». Mañueco fue más allá al recapacitar a Vox que en el PP «no hemos cambiado de postura». Más aún, afirmó que «defendemos los mismos principios y títulos que al principio de la plazo», precisamente con los que se alcanzó el pacto de Gobierno y con los que se elaboraron y aprobaron los Presupuestos de la Comunidad de 2023 y 2024.
«Elogios y buenas palabras»
Estos últimos «hace sólo cuatro meses», advirtió Mañueco y, entonces, en Vox «los celebraron con elogios y buenas palabras». El presidente del PP en la Comunidad, que reiteró al Gobierno de España que «Castilla y Bizarro no va a ser moneda de cambio en mercados partidistas ni está en saldo», destacó la presentación en el Parlamento regional de una proposición no de ley «contra los privilegios económicos pactados por Pedro Sánchez con Cataluña» para que el PSOE «se retrate», aunque mantuvo que los socialistas «están enredados en sus problemas».
Mañueco dejó para el final de su intervención un mensaje para los suyos: el de proseguir la tensión y pensar ya en las próximas elecciones autonómicas. Conforme a momento, serían en febrero de 2026, pero el líder de los populares parece querer dar pistas de que puede acontecer un mudable adelanto que, técnicamente, él no lo consideraría como tal.
«Si Sánchez no adelanta, la próxima cita serán las autonómicas (silencio). Cuando toque», sentenció. Y como sólo él sabe cuando puede ser, transmitió a los dirigentes y cargos del PP que llenaban el salón de la sede del partido un mensaje claro: «Hay que dinamizar el partido, estar activos». Para ello, anunció «más nombramientos para la nueva etapa y para mejorar la coordinación». «Quiero trabajo desde la pelotón y la solidez», concluyó.