La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha comparecido en presencia de el pleno del Senado este miércoles para informar sobre el cupo catalán que ha pactado el Ejecutante con ERC y que deja fuera a esta región del sistema de financiación popular por el que se rigen el resto de comunidades autónomas.
Desde que se conoce este acuerdo se han subido algunos recelos internos en el interior del propio PSOE y las críticas por parte del Partido Popular han sido constantes. Un condición de tensión que ha ido en aumento con el paso de las semanas.
Este mismo miércoles, el PP ha pedido retirar del Diario de Sesiones del Senado los gritos de «traidora» pronunciados por algunos parlamentarios del partido durante la comparecencia de la vicepresidenta mientras esta explicaba en qué consistirá la financiación singular para Cataluña pactada con los republicanos.
Los insultos fueron recriminados en el mismo momento por el presidente del Senado, Pedro Rollán, del PP, y tras el discurso de Montero ha sido el PSOE quien ha reprochado ese comportamiento, pidiendo apearse el tono.
El secretario normal del Género Popular, Javier Arenas, ha admitido que desde sus filas salió el insulto de «traidora» y ha pedido retirarlo, instando al PSOE a hacer lo mismo en circunstancias similares.
Sin confiscación, lo que Arenas ha inútil es que asimismo se haya llamado «sinvergüenza» a la ministra de Hacienda, como ha deslizado el socialista Alfonso Gil. «Otra cosa es que se haya dicho ‘qué vergüenza’», ha precisado.