“Hice mi primer vuelo totalmente autónomo con traje aéreo en el castillo”, explicó el alemán. Su especialidad es el traje aéreo.también conocidos como hombres pájaro, por lo que se preparó a fondo porque el vuelo también incluía una sección de parapente: “Primero tuve que sacarme la licencia de parapente, aprender a volar y practicar en diferentes pasos: separación del parapente, vuelo en traje de alas y, por supuesto, , el aterrizaje.”
“Es un castillo precioso, el lugar perfecto”
Con todo listo, comenzó la aventura. 1.666 metros de altura en el monte Tegelberg: “Partí de la montaña, volé durante unos cuatro minutos durante dos kilómetros y medio en dirección al castillo”. Hasta que encontró su objetivo a una velocidad endiablada: “Pasé a 200 km/h y tiré el paracaídas a unos 150 metros. En treinta segundos ya estaba en el suelo”.
Sin embargo, la complicación de transportar el planeador y soltarlo requirió mucho trabajo. Parte del vuelo se realizó en parapente.Luego lo soltó antes de llegar al castillo para continuó con su traje de alas: “Antes de soltar el parapente, Lo cargué con una pesa para saber dónde aterrizaba. exactamente para encontrarlo de nuevo. Llegó sano y salvo y pudimos recuperarlo”.
Una deuda infantil
El castillo de Neuschwanstein no es un lugar cualquiera en la vida de Max Manow. “Cuando era niño vi aquí el primer parapente”, él recordó. Ahora, convertido en una estrella de los trajes aéreos, realizó su primer vuelo en parapente en el mismo lugar donde los descubrió: “Con este proyecto el círculo está cerrado. Es asombroso“.
Se deshace en elogios cuando habla de la construcción: “Es hermoso, crea un telón de fondo increíble.No tiene dudas de que “es el lugar perfecto” y por ello se mostró agradecido por la oportunidad: “Estoy muy feliz de que me permitieran hacer el proyecto aquí”.
El castillo que inspiró a Disney
Para conocer la mística del Castillo de Neuschwanstein hay que remontarse al siglo XIX. Él Rey Luis II de Bavieraregión en la que se ubica el palacio, ordenó su construcción en 1869 ya que Quería distanciarse de la vida pública.. El complejo está inspirado en el castillo de Hohenschwangau, que está muy cerca y donde el monarca pasó su infancia. De hecho, el nombre original era Castillo Nuevo de Hohenschwangau, pero tras la muerte de Luis II en 1886 el nombre se cambió a Neuschwanstein y se abrió al público.
La ubicación entre montañas es única e inspiró uno de los castillos más famosos del mundo: Castillo de la Bella Durmiente de Disney. Fue el modelo en el que Walt Disney recurrió para crear un edificio emblemático en todos los parques de Disneyland y también es conocido como “el castillo del cuento de hadas”. Neuschwanstein se ha vuelto tan popular que es el El edificio más fotografiado de Alemania y al año recibe 1,4 millones de visitantes.