El Fundación Fernando Buesael grupo de víctimas COVID-19 y gogoan han emitido un comunicado conjunto coincidiendo con lo que la izquierda nacionalista llama el ‘Gudari Eguna’. Piden al entorno de EH Bildu que “cese” la exigencia de una jornada que se ha convertido en una “legitimación explícita de la violencia ejercida por ETA”. Consideran que se trata de una “exaltación de los autores del mismo, incompatible con la paz”.
Desde 1981, las distintas corrientes de la izquierda abertzale celebran cada 27 de septiembre lo que se conoce en el ambiente abertzale como ‘Gudari Eguna’ (Día del Soldado Vasco). Era su forma de rendir homenaje a dos etarras, Juan Paredes, Txiki y Ángel Otaegique fueron fusilados en 1975. Años atrás era una jornada de lucha callejera, que con el tiempo ha evolucionado hasta convertirse en un acto de homenaje de las sucesivas marcas de Herri Batasuna a todos los presos de ETA.
Este año no ha sido menos, y Sortu, partido mayoritario de la coalición de EH Bildu, ha celebrado el acto habitual en el cementerio de Zarauz (Guipúzcoa). No ha contado con la presencia de los primeros espadas de la izquierda abertzale, pero sí con las tradicionales consignas reivindicativas del grupo. Entonces, Haimar Altuna, Miembro del Consejo Nacional, ha aprovechado para reclamar el “derecho de autodeterminación” y el reconocimiento de la “nación de Euskal Herria”. También ha calificado la militancia de los dos etarras como un “compromiso con la paz”.
Liturgia de propaganda
Son frases intolerables para los colectivos de víctimas que en la carta denuncian que el acto se ha convertido en una “reivindicación explícita” de la violencia de ETA, que en la práctica representa una forma de “apoyar” a sus “autores” “En el ‘Gudari Eguna’ los homenajes se extienden a todos los miembros de la organización terrorista”, señalan en la carta.
Critican también que la izquierda abertzale haya “pervertido” con sus homenajes el término ‘gudari’, que tradicionalmente se refería a los militares vascos que lucharon en la Guerra Civil, para equipararlos con los terroristas de ETA. Consideran que forma parte de la “liturgia propagandística” que la organización terrorista ha instaurado a lo largo de su historia, que ha permitido que la legitimación del terrorismo “se perpetúe en el tiempo hasta nuestros días”.
Por eso, cuando se cumplen 48 años del fusilamiento de Txiki y Otaegi, y más de 40 años de homenajes impunes, la Fundación Fernando Buesa, Covite y Gogoan han dicho basta. Piden poner fin a algunas demandas que consideran “incompatible” con la paz y la convivencia. “Si tienen un mínimo de sensibilidad hacia las víctimas de ETA y quieren demostrar que su compromiso con la convivencia es sincero, tienen una magnífica oportunidad para hacerlo”, añaden.
Lo contrario, insisten ante el entorno nacionalista, “demostrará una vez más” que sus declaraciones sobre el sufrimiento de las víctimas son “puro cinismo”. También les recuerdan que la mejor contribución seguirá siendo “atender el derecho a la verdad” de los más de 300 familias asesinados por ETA que desconocen quiénes fueron los autores de los atentados, así como los miles de heridos y afectados por el terrorismo de ETA.