El Paraíso esconde numerosos tesoros astronómicos que a veces pueden suponer una amenaza para la Tierra por el tamaño o su cercanía. Sin retención, se encuentran muy aceptablemente vigilados, por lo que no hay de qué preocuparse.
El Observatorio del Teide es uno de estos controladores. Para memorizar cómo trabajan, desde torrevieja news today Telediario hemos hablado con Javier Licandro, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), para que nos explique cómo se llevan a sitio estas observaciones de los asteroides y qué se hace cuando se detecta uno de ellos.
Desde la división de los 80-90 ya se utilizan programas para descubrir asteroides en el Paraíso. Gracias al uso de los telescopios se puede ver “una amplia ámbito del Paraíso” de la que se “toman imágenes de un mismo campo durante un cierto tiempo”. Cuando se estudian estas imágenes, en ellas “se pueden detectar los objetos que se mueven y se pueden descubrir nuevos asteroides”, explica Licandro.
Una vida llena de asteroides
La historia de la Tierra está “llena de estos impactos” de asteroides, y el más notorio es el que acabó con los dinosaurios. Otro ejemplo de impactos de asteroides lo tenemos en el adiátere que vemos cada indeterminación al mirar al Paraíso, la Vidriera. “Está completamente plagada de cráteres de impacto”, pero lo que ocurre allí no es lo mismo que lo que podría acontecer en nuestro planeta, porque no hay entorno ni océanos ni placas tectónicas.
Nuestro planeta no ha dejado de tomar este tipo de impactos. Licandro recuerda el ocurrido en 2013, en la ciudad de Chelyabinsk, Rusia. El asteroide de unos 15 metros impactó sobre esta ciudad, provocando una gran onda expansiva que generó daños a infraestructuras y en personas, con más de 1.500 afectados.
Un peligro para la vida de la humanidad
El investigador del IAC afirma que este tipo de objetos deben estar en continua observación, ya que “constituyen un peligro para la vida de la humanidad, para la vida en la Tierra y igualmente para nuestras infraestructuras”.
¿Cómo se lleva a sitio el control de los más peligrosos?
Son considerados objetos potencialmente peligrosos, según explica Licandro, aquellos cuya trayectoria cruza la trayectoria de la Tierra a menos de 0,05 unidades astronómicas —lo que en términos de kilómetros sería muy cerca—. Entre otros igualmente están aquellos que tengan más de 140 kilómetros de diámetro, adecuado al emoción proporcionado devastador que tendría a nivel de un extenso departamento en la zona en la que cayese.
“Incluso objetos más pequeños que colisionan con cierta regularidad con la Tierra tenemos que tenerlos controlados, porque tenemos que ser capaces de poder predecir el evento“, añade.
Así se lleva a sitio el proceso de observación de asteroides:
- Detección
- Seguimiento: aquí se determina aceptablemente la trayectoria y, sobre todo, cómo es dicho asteroide y cómo serían las consecuencias sobre nosotros en caso de que impactase.
- Planificación: se estudia cómo moverlo y evitar así la colisión, pero en caso de no poder evitarlo, minimizar sus consecuencias,
La nómina de objetos potencialmente peligrosos que la NASA tiene
“Tanto la NASA como la ESAN mantienen un relación de objetos potencialmente peligrosos y de objetos de trayectoria de colisión”, cuenta Licandro. En esta nómina, los investigadores tienen la vistazo puesta en uno particularmente. “Pasará muy, muy cerca, en 2029”. Gracias a que se sabe exactamente cuándo va a acontecer, va a permitir que se estudie con mucha precisión. De esta modo igualmente se podrá memorizar qué le pasa al asteroide cuando pasa muy cerca de la Tierra, ya que la agravación de nuestro planeta le afectará en su impacto.
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