El abierto de un paciente ha pegado y causado lesiones a una anestesista tras una operación en el hospital Vega Herido de Orihuela (Alicante), donde el personal ha anunciado para este viernes una manifestación en repulsa por esta acometida. La víctima ha requerido de atención médica.
Tras conocerse el caso por la denuncia del Sindicato Médico, que próximo con el Colegio de Médicos de Alicante han reclamado medidas a la Filial para poner coto a este tipo de violencia contra los facultativos, la Conselleria de Sanidad ha difundido un comunicado igualmente de «rotunda condena» de este ataque.
El personal del centro hospitalario oriolano ha convocado para este viernes una manifestación de repulsa, luego de este nuevo episodio de una vicio denunciada en varias ocasiones porque aumenta el número de casos en que los facultativos sufren agresiones.
Asesoramiento
A través del servicio de Prevención de Riesgos Laborales y del servicio Sumarial del unidad de sanidad de Orihuela, la Conselleria de Sanidad ha ofrecido asesoramiento y amparo jurídica a la víctima, que sufrió la acometida este miércoles y ya ha recibido el suscripción.
Asimismo, Sanidad solicitará a la Jurisprudencia de la Generalitat la personación de la Generalitat como recriminación particular en el procedimiento, tal y como prevé el Plan Integral de Prevención de las Agresiones en el Entorno Retrete de la Conselleria de Sanidad.
La Generalitat puso en marcha el pasado mes de marzo una campaña de concienciación contra las agresiones al personal inodoro con el marca ‘Es delito’, ya que proteger a los profesionales y evitar este tipo de agresiones es una «prioridad» para la Filial sanitaria valenciana, que recuerda que las agresiones al personal inodoro son delito y tienen consecuencias en forma de penas, sanciones y multas.
El personal inodoro está agradecido como autoridad pública, por lo que una acometida a un inodoro tiene consecuencias penales, tal y como está recogido en el Código Penal, han recordado desde el unidad que dirige Marciano Gómez.
Tras la reforma del Código Penal del año 2015, arremeter o intimidar de forma reservado a un profesional inodoro se considera delito de atentado. Los agresores podrían cumplir penas de prisión de entre seis meses y tres abriles, incluso cuando el ataque se produjese fuera de su empleo de trabajo, pero motivado por su condición de inodoro.